Las polémicas subastas que fijan el precio de la luz desaparecerán en abril
El Gobierno asegura que «permitirán importantes ahorros» para los consumidores.
Las polémicas subastas que sirven para fijar el precio de la parte no regulada del recibo de la luz para los consumidores domésticos tienen los días contados. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, adelantó ayer que ese sistema desaparecerá el próximo mes de abril para dejar paso a un nuevo método de cálculo «más sencillo», que tomará como referencia el precio efectivo de la energía en el mercado mayorísta durante el período de facturación.
«Para el 1 de abril habrá un nuevo sistema mucho más sencillo y transparente, que permitirá ahorros importantes para los consumidores domésticos», declaró ayer Nadal en una entrevista con el diario El País .
Nadal avanzó que a partir de la próxima primavera la parte variable del recibo -en torno al 45%- será fijada «de acuerdo con el precio del mercado mayorista». «Es decir, se mira el precio medio de ese mercado durante el período de facturación, que puede ser mensual o bimensual», especificó.
Coste verdadero
El secretario de Estado considera que, con el nuevo método de cálculo, las variaciones que se produzcan en el precio de la electricidad «responderán al verdadero coste de la energía». Además, asegura que la nueva normativa impondrá «la obligación a los comercializadores» de ofertar a los consumidores un precio estable para todo el año. «Evidentemente, será superior», señala sobre esa suerte de ‘tarifa plana’ anual. No obstante, asume que «hay consumidores que preferirán esta opción».
El secretario de Estado explicó que en el sistema anterior «el precio de la energía se establecía mediante subastas, que convertían el precio del mercado mayorista de electricidad, que fluctúa cada hora, en un precio constante durante un trimestre». «Era muy complejo, con gran número de intermediarios y generaba un alto sobrecoste para el consumidor», valoró.
La última subasta, en diciembre pasado, avanzó una subida del 11% para 2014, y el Gobierno la anuló.
El imparable crecimiento del déficit de tarifa, la subida del recibo, o la suspensión de la última subasta Cesur por parte de Industria han elevado el volumen de ruido en torno a la factura eléctrica.