DEBATE TÉCNICO
FMI y Gobierno discrepan en el diagnóstico de si hay deflación en España
El Fondo opina que la caída de precios dificulta la recuperación y Guindos asegura que no existe ningún riesgo
Guindos, en Washington este sábado.
Deflación sí o no. Para una situación, diagnóstico discrepante. Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la inflación próxima a cero (lo que podría considerarse un escenario práctico de deflación a pie de calle) amenaza la recuperación económica de España, el Gobierno sigue convencido de que la caída de precios es una amenaza inexistente y que no existe riesgo de deflación ni en Europa ni en España.
Cierto que los expertos no se ponen de acuerdo, pero no deja de alarmar que el jefe de la misión para España del Fondo Monetario Internacional (FMI), James Daniel, alertase este sábado de que la inflación próxima a cero en el país aumenta la carga de deuda y los tipos de interés reales y dificulta la reducción del desempleo. La advertencia ya está sobre la mesa de discusión.
Percepciones
En el debate, las palabras de Daniel contradicen la percepción del ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien aseguró este sábado en rueda de prensa que la baja inflación "está teniendo un impacto positivo" y ayuda a la competitividad del país. "Es necesaria una mayor relajación monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) en el conjunto de la zona euro para lograr que la inflación regrese a sus niveles objetivo (del 2 %)", opinó Daniel.
La idea de Guindos
La cuestión no es baladí. Saber si un determinado nivel de precios ayuda o no a la economía es ardua tarea difícil de comprobar y, por tanto de rebatir. La estabilización de precios es para el Gobierno un factor que lejos de suponer una amenaza, "por el momento el nivel de baja inflación está permitiendo que España gane competitividad". Las estadísticas apuntan desde hace meses que los salarios han caído en España, y ese factor ha repercutido en la caída del consumo y en la moderación de los precios, por lo que la sensación a pie de calle es que el ambiente deflacionario existe, pese a que las estadísticas pueden contradecir, aunque sea por poco, esa percepción. La cuestión es si se están posponiendo o no las decisiones de compras importantes ante la previsión de que vayan a bajar los precios. No está claro.
El Gobierno destaca que la moderación de los precios ayuda a mantener la capacidad adquisitiva de los salarios, permite que haya muchas partidas de los presupuestos públicos que evolucionen de acuerdo con una inflación muy reducida y ayuda con la consolidación fiscal y, por lo tanto, está teniendo un impacto positivo. Guindos prevé que la inflación fluctúe en los próximos meses en el entorno del 0,5%, por lo que el debate sobre si hay deflación o no amenaza con enquistarse durante bastante tiempo.