De Guindos descarta que pueda haber deflación en España o en Europa
Todo apuntaba que el fantasma de la deflación en la zona euro sería uno de los grandes debates en las reuniones del Fondo Monetario Internacional de esta semana en Washington y, sin duda, los pronósticos se han cumplido. El FMI no solo ha puesto en el foco a la zona euro, sino que ha alertado directamente del elevado riesgo de evolución negativa de los precios en España. Aunque para el Gobierno ese temor por ahora no solo no existe, sino que considera que la baja inflación está resultando positiva.
«No existe riesgo de deflación ni en Europa ni en España», dijo ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa de clausura de las reuniones de primavera del Fondo. «Lo que hay es una situación de baja inflación, que todavía no ha afectado a las expectativas de los agentes económicos, que tiene sus ventajas y también tiene algunos aspectos que lógicamente hay que vigilar».
«Impacto positivo»
En el lado de las ventajas, el ministro apuntó que la baja inflación «está teniendo un impacto positivo» al fomentar la ganancia de competitividad de España, ayudar a la capacidad adquisitiva de los salarios y también a controlar tanto la deuda pública como el gasto de los presupuestos. En cambio, la opinión del FMI es bien distinta. «La inflación próxima a cero aumenta la carga de la deuda y los tipos de interés reales, reduce el ajuste relativo de precios y hace más difícil reducir el desempleo», advirtió poco antes el responsable de la misión para España, James Daniel.
De Guindos, no obstante, sí admitió que la baja inflación —según los últimos datos, la evolución interanual ya es negativa (del -0,1% en marzo)— podría convertirse en un «problema» si se prolonga «durante mucho tiempo», al afectar a las decisiones de compra y a la evolución económica. En cualquier caso, abundó en que el pronóstico del Gobierno es que los precios suban hasta el entorno del 0,5% en verano y después sigan un recorrido al alza. Se trata de una previsión más optimista que la del FMI, que estima un 0,3% anual.