ECONOMÍA
Los sueldos millonarios reinan entre ejecutivos de las empresas del Ibex
Los máximos directivos aprietan el cinturón a los accionistas, pero se olvidan del suyo
Lo que hace unos años parecía imposible empieza a tomar cuerpo: limitar los sueldos millonarios de los directivos de empresas cotizadas. En 2013, por estas fechas, el presidente de Indra, Javier Monzón, lamentaba las críticas cada vez más extendidas contra las altas remuneraciones de los ejecutivos cuando el país estaba en plena recesión. «La remuneración es algo esencial para atraer el mejor talento a la empresa. Los sistemas retributivos deben aprobarse en función de los intereses de la sociedad y no del entorno social», recalcaba.
Sin embargo, la Comisión Europea propone ahora que las juntas de accionistas pongan límites a las retribuciones de los directivos. En España, la ley somete a voto consultivo de los accionistas la política de retribuciones y la remuneración individualizada de los consejeros.
En las Juntas de Accionistas, el tema de las remuneraciones ya viene siendo objeto de atención por los inversores institucionales, fundamentalmente fondos de inversión y fondos de pensiones extranjeros, que en varias ocasiones han votado en contra de las retribuciones del consejo sobre todo cuando no van acompañadas de subidas de la cotización o de los dividendos. No obstante, las votaciones no son vinculantes —que es lo que pretenden cambiar desde Bruselas— y tampoco han sido mayoría los críticos.
En cifras
En 2013, los dividendos pagados a sus accionistas por las empresas no financieras del Ibex cayeron un 35% (fueron 5.362 millones frente a los 8.255 de un año antes), mientras que las entidades de crédito también redujeron los dividendos un 29,3% hasta los 2.099 millones, según el informe económico y financiero elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No obstante, la revalorización bursátil del índice selectivo superó el 21%, primera subida desde 2009. Esta visión agridulce se repite en los resultados consolidados. En conjunto, los de las empresas no financieras cayeron un 3,1% mientras que las entidades financieras volvieron a beneficios (10.321 millones de euros) frente a las pérdidas de un año antes (15.815 millones).
No obstante, los dueños de las sociedades —es decir, los accionistas— percibieron una retribución inferior, al menos en dividendos, en parte por el reforzamiento de capital. Pero, ¿acompañó a esta reducción un recorte en los sueldos de quienes dirigen esas empresas? La evolución fue dispar, aunque en general los sueldos han subido o se han mantenido, siendo escasos los casos en los que se ha producido un recorte significativo.
Por ejemplo, el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, recortó en 10.000 euros su retribución de tres millones, que es como si a un sueldo de 30.000 euros le quitaran 100 euros. Y su remuneración no es precisamente de las más elevadas.