El Gobierno reduce los impuestos con una bajada media del 12,5% en el IRPF

Y llegó el día. Después de semanas de especulación y de información a cuentagotas el Gobierno presentó ayer la esperada reforma fiscal con la que el Ejecutivo intenta recuperar la iniciativa política de cara a las próximas citas electorales y cuyo mensaje principal el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, transmitió de manera contundente: «Ha llegado el momento de bajar los impuestos a todos. De que los españoles vean recompensado el esfuerzo que han hecho». Así, el IRPF tendrá una rebaja media del 12,5% en los próximos dos años tras reducir de siete a cinco los tramos y disminuir también todos los tipos marginales.

El ministro insistió en que se trata de una reforma «progresiva» —se hará en dos años— y puso hincapié en que los contribuyentes con rentas inferiores a los 24.000 euros —que suponen el 72% del total de declarantes del IRPF— tendrán una rebaja media del 23,5%. Todo ello supondrá, según Montoro, un coste recaudatorio bruto en el IRPF de 4.800 millones de euros en 2015 y «un poco menos» en 2016.

Unas cifras que no encajan con las presentadas a Bruselas, que mira con preocupación estas medidas por el temor a que pongan en riesgo los objetivos de consolidación fiscal. Sin embargo, el titular de Hacienda insistió en que «no se ha ido más allá» de lo expuesto en el Plan de Estabilidad, donde el impacto de la medida en el IRPF alcanzaba casi los 5.000 millones en dos años. Es decir, o bien existen otras subidas impositivas aún por concretar o bien el Gobierno confía en que la recuperación económica y el buen ritmo de recaudación tributaria compensen ese desfase. El ministro no lo explicó. Lo que sí trató de dejar claro fue que la reforma no pone en riesgo la reducción del déficit, en un intento de tranquilizar a Bruselas .

Temores

El temor de la ComisiónEuropea, que también comparte el Banco de España, se basa en que España debe recortar más de 60.000 millones de déficit si quiere pasar del 7,1% del PIB en 2013 a un 1,1% en 2017. Fiarlo todo al crecimiento económico y a la lucha contra el fraude es, a juicio de la CE, poco realista. También los sindicatos han alertado que la rebaja impositiva llevará a mayores recortes del gasto público o a incumplir los objetivos de déficit.

Montoro destacó que la reforma busca reducir la fiscalidad de las rentas del trabajo y el ahorro para «dinamizar el crecimiento, reforzar la competitividad y, sobre todo, crear empleo». Sin embargo, el ministro solo explicó las líneas generales y dejó para el lunes la letra pequeña de la reforma y con ello, las numerosas dudas respecto a algunas medidas. Otro de los mensajes que el Gobierno lanzó fue el de la rebaja «equitativa» e insistió en que de esta forma las «rentas bajas y medias serán las más beneficiadas» con los cambios en el sistema fiscal. Así, el tipo marginal máximo —que ahora gravará a las rentas de más de 60.000 euros y antes las superiores a 300.000— se rebaja del 52% al 47% en 2015 y al 45% en 2016. Pero el grueso de la rebaja se concentra en la reducción del tipo mínimo que pasa del 24,75% al 20% en 2015 y al 19% en 2016.