El ‘fontanero’ de las cuentas de Gowex alega que seguía órdenes de su fundador

¿Era un mero ejecutor de las órdenes del fundador y principal socio de Gowex, Jenaro García, o colaboraba con él de primera mano en un engaño que duró más de una década y estalló sólo por su desmedida ambición bursátil? Los investigadores del caso se inclinan más bien por el segundo escenario tras escuchar el miércoles las explicaciones, no muy convincentes, del director financiero y también consejero de la firma, Francisco Martínez Marugán.

Era la primera vez que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y el fiscal anticorrupción Antonio Romeral escuchaban a alguien distinto de García contar qué pasó con la ahora famosa compañía de redes wifi y cómo engordó su burbuja hasta estallar hace apenas 10 días. En la práctica, sin embargo, su versión no difirió mucho de la apuntada el lunes por su ex jefe.

De hecho, incluso aludió al carácter personalista de García para justificar que no llegara a desobedecer sus órdenes, pese a las evidentes implicaciones delictivas. «Tiene una personalidad muy fuerte», llegó a decir del ex presidente y primer ejecutivo de la empresa, quien admitió días atrás que su carácter era severo y «nunca justificaba» sus decisiones.

«Jenaro nos obligó a hacer una doble facturación», afirmó Martínez Marugán a preguntas del fiscal, quien puso en cuestión el hecho de que él, como responsable de las cuentas, no denunciara lo ocurrido o, al menos, se hubiera marchado de Gowex. «Me quise salir pero él me dijo que ya no podía», replicó este consejero, quien declaró como imputado durante algo más de una hora tras la cual quedó en libertad bajo fianza de 50.000 euros -que deberá abonar en 15 días-, según señalaron fuentes jurídicas.

Su explicación es que, a esas alturas -aunque no concretó, insinuó que fue ya en 2011, después de acceder al Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-, su implicación en los hechos también era profunda, aunque siempre «por imposición» del fundador de la compañía. Según relató, comenzaron utilizando sólo tres compañías para simular operaciones y engordar las ventas.

Es lo que habitualmente se conoce como doble facturación, dado que por un lado iban los contratos reales y de otro los ficticios. Gowex, apuntó, fue engordando en este sentido a golpe de sociedades instrumentales y testaferros, todo en aras a manipular la contabilidad para que una muy modesta empresa diera a los inversores la imagen de ser un incipiente gigante de las nuevas tecnologías. Así, más del 90% de sus teóricos ingresos en la división de telecomunicaciones tenían ese origen.

La relación entre Jenaro García y Paco Martínez era tan estrecha que éste último estaba detrás de varias de las empresas ‘pantalla’ usadas para esa facturación ficticia. Y, además, creó otras dos sociedades con un capital mínimo que, en teoría, servirían de base para el lanzamiento de una sociedad de inversión inmobiliaria (socimi) que preparaba García en aras a captar nueva financiación.