Menos del 10% de las empresas en riesgo de quiebra concursan
Cae un 30% el número de procedimientos en lo que va de año .
Las empresas, que durante los primeros años de funcionamiento de la Ley Concursal sí vislumbraban que podía ser su flotador, huyen ahora de ella como escaldadas. Así, en lo que llevamos de año menos de un 10% de las compañías en serias dificultades financieras ha terminado por acogerse a esa vía.
Según los datos publicados ayer por el INE, el número de concursos de acreedores declarados de enero a junio se situó en 3.960 —la mayoría (85%), voluntarios—, un 29,5% menos que hace un año. Referidos al segundo trimestre, que mostró un descenso del 10,5% sobre el primero, en las empresas —que suponen nueve de cada 10 casos registrados— la caída alcanzó el 31,8%, mientras que en las familias bajó sólo un 9,7%; eso sí, los 195 hogares que se presentaron en un juzgado de lo mercantil para tramitar su situación de quiebra técnica no tienen parangón con las 1.675 compañías que siguieron sus pasos.
El descenso viene siendo continuado desde finales de 2013, e incluso se mantuvo durante gran parte del año pasado. Tampoco ha cambiado mucho el reparto por sectores en los últimos meses: una de cada cuatro empresas concursadas (25%) se dedicaba a la construcción, una quinta parte (20,1%) al comercio y el 15,1% a la industria y la energía. A su vez, casi un tercio (30,6%) tenían un tamaño realmente reducido: su negocio anual no superaba los 250.000 euros —si elevamos esa cifra hasta un millón abarcaría el 60% de los casos—. Ahora bien, si contamos sólo las pequeñas sociedades y microempresas, que representan el 70% del total, los procedimientos crecieron un 8%.
Lo más llamativo es que una cuarta parte de las compañías que se declararon en concurso tiene una antigüedad de, al menos, 20 años. Es decir, que hablamos de empresas ya consolidadas que, pese a resistir al desplome de la economía, han terminado por arrojar la toalla ahora que parece verse una recuperación incipiente. Por el contrario, apenas una de cada 10 (el 10,9%) llevaban cuatro años o menos de funcionamiento, lo que implica que se crearon precisamente en plena crisis e incluso recesión.