La bolsa profundiza en su caída, que se eleva al 8%
. Las tensiones entre Rusia y la Unión Europea, junto con la quiebra del BES, crean incertidumbre.
El verano siempre es complicado para los mercados por el escaso volumen, lo que incrementa la volatilidad y el impacto de cualquier noticia negativa. Y el pésimo arranque del presente agosto en las bolsas europeas es una buena muestra de ello. La española acumula una caída del 8% tras encadenar seis jornadas consecutivas de pérdidas en la peor racha bajista desde enero. El Ibex-35 ha ido derribando un soporte tras otro hasta acabar el miércoles en los 10.078 puntos, después de dejarse un 1,64% en el día. Se ha comido así la revalorización anual hasta reducirla a un mínimo del 1,6%. Detrás de esta corrección que afecta a todas las plazas europeas hay varios factores. Uno de ellos, es el enfrentamiento entre Rusia y Occidente como consecuencia del apoyo de Moscú a los separatistas de Ucrania. Putin ha respondido a las sanciones de la UE y EE UU con un veto a la entrada de alimentos procedentes de estos bloques. Y por si esto no fuera suficiente, la quiebra del Banco Espirito Santo (BES), cuya nacionalización se conoció este pasado fin de semana, constituye otro foco de incertidumbre.