La dimisión de Terciado en Cepyme impacta en las elecciones de Ceoe
Renuncia por la investigación judicial por efectuar cobros a través de sus empresas .
El presidente de Cepyme, Jesús Terciado, dimitió ayer de su cargo y la vicepresidencia de Ceoe que ocupaba por su puesto en la patronal de la pequeña y mediana empresa debido a la investigación que el juzgado de instrucción número 33 de Madrid está realizando de sus cobros a Cepyme a través de sus propias empresas.
La crisis de Cepyme irrumpe en mitad del proceso electoral de Ceoe y deja incierto a cuál de los dos candidatos irá el apoyo de esta patronal, precisamente el mismo día en que Ceoe ha convocado oficialmente las elecciones para el 17 de diciembre con dos candidatos: Juan Rosell y Antonio Garamendi.
De perfil bajo, Terciado siempre ha respaldado al presidente de Ceoe, Juan Rosell. En la reunión del Comité Ejecutivo de Ceoe celebrada ayer por la mañana, anunció su decisión de «delegar sus funciones temporalmente en alguno de los miembros del Comité Ejecutivo de Cepyme». Aunque el vicepresidente primero es Antonio Garamendi, Terciado no le ha propuesto para asumir las funciones. Los estatutos de la patronal de las pymes sólo especifican que debe ser un miembro del comité ejecutivo y que se votará el nombre a propuesta del presidente. Fuentes cercanas a Terciado aseguran que se «consensuará» un nombre y que se hará este mes.
Pero lo que está en juego no es un nombramiento sino, en realidad, dos. El apoyo de Cepyme para salir elegido presidente de Ceoe es relevante porque es la patronal que tiene mayor número de representantes (83) en la Asamblea de Ceoe que votará en las próximas elecciones y en la Junta Directiva (15). No obstante, el voto es personal y en Cepyme se reproducen en cierta manera las distintas sensibilidades que hay en Ceoe, donde un sector muy descontento con Rosell ha promovido la candidatura de Garamendi.
Después de Cepyme, quienes más votos tendrán son la patronal madrileña (Ceim) y la catalana (Foment del Treball), con 45 representantes y 15 vocales cada una. En principio, ambas apoyarían la candidatura de Rosell; sin embargo, la ‘dimisión en diferido’ de Arturo Fernández al frente de los empresarios madrileños también le complica este apoyo. Precisamente, en la cena donde varios presidentes de patronales acordaron presentar una alternativa a Rosell, se encontraba el posible sustituto de Fernández en Ceim, Juan Pablo Lázaro.
Hace cuatro años, Cepyme y Ceim fueron claves en el triunfo de Rosell. Ahora, la incertidumbre domina en ambas organizaciones, cuyos presidentes, muy cuestionados incluso éticamente dentro de sus respectivas organizaciones, han tenido que marcharse.
La crisis en Cepyme se produce a raíz de la denuncia presentada por tres miembros de la patronal de Salamanca contra Terciado por facturar a Cepyme más de 300.000 euros a través de dos empresas suyas durante los años 2010, 2011 y 2012. El hasta ahora máximo representante de las pymes justificó esos cobros como una retribución al presidente de la patronal dado que no tenía sueldo y afirmó que ese era el procedimiento habitual en Cepyme.