El sector del automóvil admite que la moderación salarial «no tiene recorrido»
La moderación salarial ha sido una de las vías que ha utilizado el sector del automóvil español para evitar así la deslocalización de las plantas de producción hacia países con costes laborales más reducidos. Sin embargo, los fabricantes admiten que esta fórmula «ya no tiene mucho mayor recorrido», y apuestan por ahondar en la «flexibilidad laboral» y la «eficiencia energética» para mantener la competitividad.
Según reconoció el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, en un encuentro con periodistas -al que también asistió el presidente José Luis López-Schümmer-, la moderación salarial ha sido un elemento «muy importante» para el mantenimiento del empleo del sector. El dirigente de la patronal de fabricantes destacó que en los últimos años la subida media de los salarios marcados por convenio en el sector de la automoción ha sido del 0,4% anual, lo que a su juicio, y en un entorno de baja inflación, «ha significado no perder poder adquisitivo». Eso sí, advierte de que aún «no es tiempo» de retomar los aumentos salariales anteriores a la crisis, porque eso sería como «volver a las andadas».
Armero sí cree que se puede dar una nueva vuelta de tuerca a la flexibilidad laboral, que a decir de los expertos es el verdadero campo en el que se libra la batalla por la competitividad. Se trataría de profundizar en aquellas medidas que facilitan la sincronización de la capacidad productiva de las fábricas con la demanda existente en cada momento.
El de reducir el gasto energético (que supone alrededor del 3% del coste total de producción) es otro de los objetivos que persigue Anfac. No tanto en el sentido de lograr una rebaja de tarifas como en el de ganar en eficiencia energética.
El mantenimiento de la competitividad es clave para la adjudicación de nuevos modelos. La patronal del sector espera que «cuatro o cinco fábricas» anuncien en los próximos meses la llegada de más encargos -en la actualidad se producen 39-, lo que permitiría a España afianzarse en su posición de segundo productor europeo.