Los directivos de Bancaja engañaron para lograr un bonus de 1,34 millones
Dicen que la ambición no tiene límites y parece que en el caso de los directivos de Bancaja durante 2010 y 2011 la norma se cumple a la perfección, aunque para claro perjuicio de Bankia y sus accionistas. Con el fin de anotarse un bonus de 1,34 millones de euros que no les hubiera correspondido, evitaron incluir en las cuentas conjuntas de la entidad levantina los deteriorados balances del Banco de Valencia, «lo que hubiera tornado los beneficios simulados en pérdidas», reza el informe pericial.
Y de haber sido así, advierten los expertos del Banco de España, «no se hubieran podido satisfacer tanto las atenciones estatutarias al consejo de administración como la retribución variable al comité de dirección» de Bancaja, que incluían unos dividendos de 44,43 millones. Quien debía visar esas cuentas y haber detectado el engaño era el director general de la caja de ahorros, Domingo Parra, a quien no pareció importarle mucho que aquello fuera «contrario a los estatutos». Claro que él se quedó con el 53% de toda esa retribución variable, con lo que su salario sin contar dietas ni otras «atenciones» superó el millón de euros en cada uno de los dos años citados.
El Banco de Valencia era ya un pesado lastre, entre otras cosas, por su «agresiva y poco prudente» política crediticia, advierten los peritos. Según sus conclusiones, buena parte de los préstamos se concedían sin seguir los criterios bancarios y atendiendo fundamentalmente a fines personales, hasta el punto incluso de que los fondos salían de la entidad sin que ni siquiera se hubieran aprobado las operaciones y, por tanto, valorado los riesgos.