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El sector de la construcción ralentiza una recuperación en fase inicial

El indicador de demanda (Isco) terminó el año mejor de lo que lo empezó.

El sector de la construcción tardará en recuperarse.

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josé antonio bravo | madrid
León

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La construcción ha salido ya de la UVI hospitalaria en la economía española, pero aún tardará en ser dada de alta e incorporarse de pleno a la nueva dinámica marcada por un Producto Interior Bruto (PIB) que creció un 1,4% en 2014 y superará el 2% en 2015. Así lo apuntan los indicadores sintéticos de actividad que recoge el Ministerio de Economía para tratar de anticipar cuál será la próxima coyuntura.

El llamado indicador sintético de la construcción por el lado de la oferta (Iscof) terminó el año pasado peor de como lo empezó -con una caída de casi dos puntos, para una tasa de 79,2 respecto a un valor medio de 100-, aunque aún por encima de los datos de 2013, cuando el sector empezó a tocar suelo. Hablamos de un marcador adelantado que se basa en parámetros como el número de afiliados a la Seguridad Social en esta actividad, su peso en la producción industrial, las ventas de las grandes inmobiliarias a nivel nacional, el número de viviendas iniciadas, la confianza del consumidor y el tipo de interés de las hipotecas sobre casas.

Si analizamos las tasas de variación anual, se observa la misma ralentización en la recuperación incipiente del sector, que se inició el año pasado con los primeros resultados positivos desde 2007. El índice Iscof subió un 1,7% en 2014, frente al descenso del 7,1% en 2013, que puso fin a la serie de caídas iniciada en 2008 (-13,3%). El ritmo de esa mejora, sin embargo, ha disminuido. La subida del 0,9% con la que cerró el ejercicio es la más leve de los cuatro últimos trimestres, que tuvo su mejor dato en el alza del 2,7% entre abril y junio.

En términos intertrimestrales, no obstante, la perspectiva es algo mejor para la oferta pues tras los descensos registrados en primavera y verano, de octubre a diciembre se observó un repunte de seis décimas. Fue, no obstante, apenas una quinta parte del crecimiento con que comenzó 2014 (2,9%) respecto a 2013.

Todo eso, por el lado del vendedor. En la parte del comprador, los datos permiten traslucir que el despertar de la construcción será aún bastante lento. El indicador de demanda (Isco) terminó el año mejor de lo que lo empezó (con 72,3 puntos sobre una media de 100), pero muy por debajo del dato de 2008 (142,1 puntos).

En tasas de variación anual también se observa ese cambio positivo: la caída del 3,2% con que empezó 2014 transmutó a finales del mismo en una subida del 1,9%. La diferencia aquí es que tras el verano se empezó a acusar un cierto empeoramiento, que se tradujo en un retroceso intertrimestral del 0,4% entre octubre y diciembre.

Y reduciendo el análisis sólo a la demanda de vivienda, la perspectiva apenas cambia. Alcanzó el mejor nivel a mediados de año y concluyó con un crecimiento mínimo del 0,1% respecto al tercer trimestre que, en tasa interanual, supuso una subida del 1,8% frente al 2,7% precedente.