La eurozona trata de salvar un acuerdo con Grecia en varios frentes y capitales
Atenas necesita una solución para el desbloqueo de financiación que precisa urgentemente .
La eurozona, frustrada con la falta de progresos en las negociaciones con Grecia, intenta salvar un acuerdo sobre las reformas del país que permita al Eurogrupo dar su visto bueno en Riga el día 24 a un plan que facilitaría el desbloqueo de financiación que Atenas necesita con urgencia.
El llamado Grupo de Bruselas, que sucede a la antigua troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se reunió ayer de nuevo para seguir negociando con las autoridades griegas un plan de reformas detallado que, hasta ahora, no convence a las instituciones acreedoras.
La CE ha dicho que «no está satisfecha» con el nivel de progreso alcanzado hasta ahora» y ha dejado claro que haría falta un acuerdo a nivel técnico de las instituciones acreedoras para que los ministros de Finanzas y de Economía de la eurozona puedan autorizar, al menos grosso modo, el plan de reformas de Grecia en Riga.
Por ello, la eurozona ha aumentado la presión dialéctica sobre Atenas, tanto en Bruselas como en Washington, donde están puestas las miradas estos días.
En la capital estadounidense se celebra la reunión de primavera del Banco Mundial y del FMI, que ha hecho coincidir al ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, con sus homólogos europeos y los líderes de las instituciones acreedoras y del Eurogrupo.
A Washington se han desplazado el vicepresidente para el Euro y el Diálogo Social, Vladis Dombrovskis, y el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, así como los presidentes del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y del BCE, Mario Draghi, con quien Varufakis se ha reunido el viernes.
Dijsselbloem, por su parte, no tiene previsto un encuentro con el ministro griego, según las fuentes consultadas, pero ello no quita que en los márgenes ambos puedan mantener conversaciones.
La esperanza de la CE es que las citas de Washington y de Bruselas «produzcan el progreso que nos gustaría ver» para poder llevar las reformas al Eurogrupo informal la próxima semana.
No obstante, tanto el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, como Moscovici han rebajado las perspectivas de un acuerdo entre Atenas y sus socios del euro en Riga, ya sea para ejercer presión o porque consideran poco realista un viraje en tan solo una semana.
Un acuerdo con el Eurogrupo y el FMI sobre las reformas y una temprana adopción y ejecución por parte del Parlamento y el Gobierno griegos podría desbloquear una financiación de 7.200 millones de euros muy necesaria para el Gobierno griego de Alexis Tsipras.