Ceoe y Cepyme matizan el alcance del pacto salarial acordado con los sindicatos
Antonio Garamendi y Juan Rosell, al inicio de la reunión de ayer.
El acuerdo de negociación colectiva alcanzado entre los agentes sociales fue recibido con reparos por algunas organizaciones territoriales —como Madrid— y sectoriales en la Junta Directiva de Ceoe celebrada ayer miércoles, especialmente en lo que se refiere a la garantía salarial para compensar a los trabajadores la desviación de la inflación si el IPC supera el 2,5% acumulado en 2015 y 2016 y en la subida salarial acordada para el próximo año de hasta el 1,5%.
Aunque el preacuerdo fue aprobado en la Junta, los presidentes de Ceoe y Cepyme, Juan Rosell y Antonio Garamendi, salieron a matizar el alcance del pacto en una rueda de prensa posterior a la reunión. Garamendi aseguró tajante que en el acuerdo no existe una «cláusula de revisión salarial», sino que se trata sólo de una «recomendación». «Ni Ceoe ni Cepyme van a firmar una cláusula», afirmó. Claro que todo el acuerdo es en sí una recomendación, una guía para la negociación colectiva, pero es en los 6.000 convenios existentes donde se fija la subida —o bajada— salarial para cada sector o empresa y las garantías salariales. En todo caso, Rosell puntualizó que hay margen suficiente para que no se tenga que aplicar la garantía, es decir, que no prevén que la inflación en estos dos años supere el 2,5%, que es cuando se implementaría.
El III Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva pactado por los agentes sociales, que ahora hay que redactar, establece una recomendación para que los salarios suban «hasta el 1% en 2015 y hasta el 1,5% en 2016%». Son techos de incremento superiores a los que ofrecía la patronal al comienzo de la negociación; que, desde luego, rechazaba cualquier cláusula de revisión. Rosell defendió el acuerdo «porque ayuda a dar estabilidad y sosiego a este país que está demasiado crispado» y afirmó que, dado que hay más recuperación económica de lo que se pensaba hace seis meses, «es el momento de que empecemos a ser un poquito más flexibles en salarios». Ello a pesar de admitir que desde las organizaciones les advertían durante la negociación que no se les ocurriera subir los salarios.