La Ocde sitúa a España a la cabeza del crecimiento en la zona euro
El organismo también señala el elevado desempleo, que seguirá por encima del 20%.
España supera el examen económico de la Ocde. Pero lo hace con un sabor agridulce. Por un lado, el organismo avala las reformas del Gobierno y mejora de forma considerable sus previsiones de crecimiento hasta un 2,9% en 2015 y un 2,8% en 2016 que sitúan al país en la cabecera de la recuperación en Europa. De hecho, estas cifras suponen elevar en 1,2 puntos sus últimas estimaciones de hace siete meses para el presente año y nueve décimas más el próximo. Sin embargo, el informe también señala el elevado desempleo, que se mantendrá por encima del 20% en 2016, como el punto negro de la economía al prever tasas el doble de altas que la media comunitaria.
Con esta revisión al alza de las previsiones de la Ocde, que se enmarcan en su informe Perspectivas económicas publicado ayer, España crecerá en 2014 más del doble que la zona euro (1,4%) y será el tercer país comunitario con mayor impulso únicamente superado por Irlanda (3,5%) y Eslovaquia (3%). De esta forma, España crecerá más que las grandes potencias europeas como Alemania (1,6% y 2,3% en 2015 y 2016, respectivamente), Francia (1,1% y 1,7%) o Italia (0,6% y 1,5%). En cualquier caso, todas ellas también mejoran sus datos.
Espaldarazo al Gobierno
El hecho de que las estimaciones confirmen la aceleración del PIB supone un espaldarazo para el Gobierno, que fijó un crecimiento del 2,9% para 2015 y 2016 y que en las últimas semanas calificó sus previsiones de «prudentes». También van en la misma línea que las estipuladas por Bruselas (2,8% en 2015 y 2,6% en 2016) y otras organizaciones y entidades de estudio. Sin embargo, la Ocde es bastante más optimista que el FMI, cuyas previsiones son más moderadas (2,5% en 2015 y 2% en 2016).
«Estamos sorprendidos con España», afirmó la economista jefe de la Ocde, Catherine Mann, durante la presentación del informe. En su opinión este crecimiento está muy relacionado con las reformas estructurales aprobadas por el Gobierno. Sin embargo, el estudio reconoce la importancia en la aceleración de la economía española de factores externos como el «fortalecimiento de los socios comerciales» —en referencia a Alemania, Francia e Italia— «la depreciación del euro» y «los bajos precios del petróleo».
Sin embargo, todos los parabienes que España logra por su crecimiento económico se tornan en valoraciones negativas ante la elevadísima tasa de paro, la segunda más alta de toda la UE. En concreto, la Ocde prevé que el desempleo se sitúe en el 22,3% en 2015 (la EPA del primer trimestre registró un 23,7%) y en el 20,3% en 2016, frente al 11,1% de media en la zona euro este año y del 10,5% para el próximo ejercicio. Sólo Grecia tiene cifras más altas que España. En este sentido, la Ocde recuerda que la tasa de desempleo juvenil es del 52% y considera que la reducción del desempleo «debe ser una prioridad».
En cualquier caso el secretario general de la organización, Ángel Gurría, se mostró optimista. «El año pasado con mucho menos crecimiento fueron capaces de crear en torno al medio millón de empleos y este año entre 600.000 y 700.000 puestos de trabajo». A su juicio, esto significa que «se ha logrado bajar el umbral de crecimiento mínimo necesario para crear empleo porque han realizado una serie de reformas». Sin embargo, para mejorar las dificultades existentes con el empleo, la Ocde apuesta por «fortalecer» la formación profesional para ayudar a los desempleados de larga duración a incorporarse al mercado laboral. «Esa es la principal palanca para la reducción de la desigualdad», recoge el informe.