Diario de León

Los hogares dejan de apretarse más el cinturón y estabilizan el ajuste del gasto

El presupuesto medio de las familias españolas se redujo sólo un 0,2% en 2014.

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A. Estrada | MAdrid
León

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El gasto real de los hogares rompió la tendencia de ajuste que llevaba registrando a lo largo de toda la crisis y creció levemente el año pasado por primera vez desde 2007, según la Encuesta de Presupuestos Familiares que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística.

El gasto medio por hogar fue de 27.038 euros, 60 euros menos que en 2013, lo que supone un descenso de sólo el 0,2%, por lo que se puede hablar de la entrada en una senda de estabilización. Si se descuenta el efecto de la inflación incluso se incrementó porque esta fue negativa el año pasado. El gasto total del conjunto de los hogares aumentó un 0,3% hasta los 494.876 millones de euros; descontada la inflación el incremento fue del 1%.

La recuperación económica está muy ligada al aumento del consumo privado y la encuesta de presupuestos familiares confirma a nivel de cesta de la compra lo que los datos macroeconómicos estaban apuntando: que el consumo privado empieza a repuntar.

Más datos

Aún así, el presupuesto familiar actual es casi una cuarta parte inferior al que había en 2007, antes de que empezara la crisis, por lo que para recuperar ese nivel en términos constantes tendría que crecer más de un 23%. En pesetas corrientes, los hogares han recortado más de 4.600 euros anuales su gasto obligados por el incremento del paro y el recorte salarial que se ha producido. No obstante, las familias siguieron ajustando el gasto en determinados productos, como en bebidas alcohólicas y tabaco, que bajaron un 4,5% entre otras cosas porque destinaron, de media, 26 euros menos a comprar tabaco.

Tampoco hubo muchas alegrías para renovar muebles (el presupuesto cayó un 4,1%) y se gastó menos en servicios telefónicos (49 euros anuales menos) y en electricidad, gas y otros combustibles (56 euros menos, un 4,8% de bajada) o en alquiler de vivienda. Por el contrario, se disparó el gasto en servicios médicos (el apartado de salud subió un 9,8%), en la compra de automóviles (un 17,8% más) y en hoteles y restaurantes (un 3,7% superior).

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