España exporta su modelo de AVE gracias a sus 25 años de experiencia
El cuarto de siglo de experiencia que España tiene en la construcción de líneas de alta velocidad le ha valido para exportar su modelo. Y el AVE a La Meca pasa por ser su Rubicón particular. El contrato, adjudicado en 2011 a un consorcio español, es la mayor obra de infraestructura que se le ha encargado en el exterior, pendiente de lo que pase con la segunda línea de este tipo en Reino Unido a la que aspiran ACS, FCC y Ferrovial.
Con un presupuesto de 6.736 millones de euros -aunque ya se arrastran sobrecostes estimables-, hay que unir en 450 kilómetros -la mayoría en el desierto- las ciudades santas de Medina y La Meca. Y, además, aportar hasta 35 trenes (Talgo) y gestionar la línea durante 12 años.
Tras varios sobresaltos por el retraso en los trabajos, achacables en gran medida al contratista chino-árabe de la fase inicial (la infraestructura básica), este mes ha empezado a circular en pruebas el primer tren. Pero las autoridades saudíes quieren agilizar los trabajos -exigen turnos de 24 horas- y que el tramo norte de la línea (Rabigh-Medina) esté listo este año, pese a que el plazo de entrega de la obra llega hasta finales de 2016.