La nueva batalla del IVA quiere igualar los tipos reducidos al gravamen normal
España es uno de los cinco países de la UE con una tasa especial inferior al 5%.
El IVA vuelve a estar en el centro de la polémica. Y es que los tambores sobre otra subida resuenan de nuevo. El primero en retomar este discurso, una constante en las recomendaciones internacionales desde el inicio de la crisis que se había aparcado en los últimos meses, fue el FMI. En su último informe sobre España, el Fondo Monetario pidió un mayor «esfuerzo fiscal», con una «reducción gradual de los tratamientos preferenciales del IVA».
El Banco de España se sumó poco después a esa tesis al defender «la ampliación de las bases del IVA». En ambos casos el mensaje es el mismo: eliminar o trasladar más productos del tipo superreducido (4%) y reducido (10%) al gravamen general (21%). Ambas instituciones justificaron la propuesta para corregir los posibles desvíos en la senda de consolidación. Sin embargo, el mar de fondo tiene que ver con lo que declaró el jefe del equipo del FMI, Helge Berger: «la tendencia general es a eliminar tipos reducidos». ¿Es entonces una excepción el IVA español respecto a Europa?
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) está armonizado en la UE desde 1993, es decir, se aplica de manera similar en todos los socios y con reglas comunes. Pero eso no implica gravámenes iguales. La directiva estableció que el tipo general fuese como mínimo del 15% y que existiese un tipo reducido para casos especiales, no inferior al 5%.
Se aceptó, además, un tercer nivel —el superreducido— para los países que tenían este gravamen antes de la armonización y que afectaba a productos de primera necesidad. Fue el caso de España, donde productos como el pan, la leche, los huevos, la fruta o las verduras, así como los libros, los medicamentos o las sillas de ruedas, entre otros países, poseen este tipo más beneficioso. Pero no es el único que lo tiene.
Todos los estados de la UE cuentan con un tipo de IVA general y otro reducido, salvo Dinamarca, que cuenta con un gravamen único del 25%, según Eurostat. La UE considera que el tipo superreducido debe ser inferior al 5%, pues de lo contrario computaría como reducido según la directiva. Sólo hay cinco socios que cuentan con un gravamen inferior. Son España (4%), Irlanda (4,8%), Francia (2,1%), Italia (4%) y Luxemburgo (3%). Sin embargo, hay otros 12 países que también diferencian tres niveles de IVA, aunque su tipo más reducido sí supera el 5%. Es decir, menos de la mitad de los miembros comunitarios (11 de 28) tienen solo dos niveles de IVA.