La UE marca el camino a España

Se llame Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera o Pablo Iglesias, la larga lista de deberes pendientes será la misma. A España siguen sin salirle las cuentas y, ayer, la Comisión Europea marcó el terreno de juego al próximo Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre.

Así, a bote pronto, el ajuste tendrá que rondar los 8.000 millones para cumplir con el 2,8% de déficit pactado para 2016. Eso o implorar una cuarta prórroga de al menos un año para acatar un Pacto de Estabilidad y Crecimiento (3% de déficit y 60% de deuda púbica) que se le atraganta sobremanera a España, que volverá a ser este año el peor alumno de la Eurozona incluso por detrás de la defenestrada Grecia.

Ayer fue uno de esos días marcados en rojo en el calendario bruselense. El Ejecutivo comunitario presentó las previsiones macro de otoño y, en lo referido a España, la sensación fue más agridulce de lo esperado después del ‘affaire Moscovici’. Hace un mes, el comisario de Economía (ayer evitó hacer sangre al pasar muy de puntillas cuando fue preguntado por España) avanzó que el Gobierno de Rajoy incumpliría el déficit en 2015 y 2016, siendo este año del 4,5% y del 3,5% el siguiente. Fue muy criticado por sus declaraciones «partidistas» (socialista y francés) y por no haber tenido en cuenta la tendencia de los buenos datos de recaudación, que en teoría reducirían el déficit hacia el 4,2% acordado. Pues bien, ayer, lejos de reducir el desfase, Bruselas lo incrementó al 4,7%, todo un jarro de agua fría que no obstante se debe a dos hechos concretos: la reciente revisión estadística del INE, que ha sumado una décima de déficit a 2014 (del 5,8% al 5,9%); y segundo, al agujero de 1.500 millones encontrado en Cataluña (1.300) y el Ayuntamiento de Zaragoza, que aunque es de 2013 ha tenido que contabilizarse en 2015.

En detalle

Sea como fuere, lo cierto es que el desfase de este ejercicio se irá hasta el 4,7%, cinco décimas más. No hay que olvidar que ese 4,7% significa que España gastará en 2015 más de 47.000 millones de lo que es capaz de ingresar. Un pico. Para 2016, la foto es la misma. Había que bajar al 2,8% y el país se quedará en el 3,6%, lo que ‘grosso modo’ obligará al nuevo Ejecutivo a hacer un ajuste de 8.000 millones en la actualización del Presupuesto que pedirá la Comisión, como se anunció. Todo un mazazo para el Gobierno entrante, que buscará negociar una prórroga de un año (Zapatero tuvo una y Rajoy, dos) argumentando que a Francia acaban de darle otro respiro.

Reforma laboral, positiva

Pedir será sencillo, pero que Bruselas ceda será complicado, sobre todo al ver cómo el esfuerzo estructural que ha hecho el país en los dos últimos años ha sido nulo dejándose llevar por el viento de cola del BCE o el bajo precio del petróleo. «La reducción del déficit va a continuar dependiendo en gran medida de las previsiones macroeconómicas positivas», reza el texto, que vuelve a señalar a las comunidades autónomas como unos de los factores claves de este incumplimiento. El consuelo es que España sigue siendo el país que más crece de entre las grandes potencias, el doble que Francia e Italia, más que Alemania y ligeramente por encima de Reino Unido. «El crecimiento es robusto», asegura la Comisión, aunque alerta de una «suave» ralentización que hará que el crecimiento pase del 3,1% de este año al 2,4% en 2017.