Los ahorradores se quedan casi sin opciones para invertir en deuda pública
Todos los tipos de Letras del Tesoro se encuentran en negativo, y los Bonos a tres y cinco años, en el 0,1%.
Mientras que el Gobierno saca pecho por cada emisión de deuda que realiza, en la que los grandes inversores están dispuestos a pagar al Tesoro Público por comprar sus activos, a los pequeños ahorradores se les cierra una de las alternativas que tenían para obtener algo de rendimiento para su patrimonio: ninguna de las modalidades de Letras del Tesoro ofrecen ya intereses a quienes las adquieran.
Las últimas subastas han acabado de un plumazo con las escasas posibilidades que tenían los ciudadanos para adentrarse en estos productos. Las Letras a un año, el activo más popular entre los pequeños inversores, ofrecen un interés medio del -0,04% desde la última emisión del pasado martes. También se encuentran en negativo desde mayo las de nueve meses (ahora al -0,006%) y, desde abril, las de seis (-0,09%) y tres meses (-0,08%).
Esta circunstancia, que no se había producido ninguna vez en la historia del Tesoro, no implica que los ciudadanos que adquieran Letras tengan que abonar al Estado el importe que determine el rendimiento negativo al que se adjudican en las subastas.
La tendencia de la deuda pública no parece que vaya a transcurrir por otro camino, al menos mientras se mantengan las medidas de estímulo monetario del BCE. Incluso, el organismo presidido por Mario Draghi estaría dispuesto a profundizar en estas políticas.
Así lo anticipan los registros de otros tipos de deuda soberana a más largo plazo. Ayer, el Tesoro colocó otros 3.500 millones en Bonos a tres y cinco años, con una rentabilidad mínima del 0,13% y del 0,19%, respectivamente.