Industria realizará test aleatorios de emisiones a los coches en circulación
A partir de diciembre, se analizará el CO2 y el Nox de 30 modelos de varias marcas.
El Ministerio de Industria va a poner en marcha una campaña para verificar la contaminación que emiten los vehículos que ya se encuentran por las calles circulando. Será a partir de la primera semana de diciembre y permitirá conocer cuál es el nivel de dióxido de carbono (CO2) y óxido de nitrógeno (Nox) que expulsan los modelos más vendidos en España, y no solo los del Grupo Volkswagen.
La medida, que se desarrollará en paralelo a otros países europeos como Alemania, Francia o Italia, afectará a 30 vehículos, entre los que se encuentran tanto los sometidos a la normativa Euro 5 -en vigor hasta el pasado mes de agosto- como la Euro 6 -la que está en vigor-, que hayan sido homologados en España.
La selección de los coches que pasarán esta revisión medioambiental se hará en función de la penetración de los distintos modelos en el mercado. Aunque el Ministerio aún no ha aclarado cuál será el protocolo de actuación que llevará a cabo para retener un vehículo y medir sus emisiones. En cualquier caso, los ensayos se realizarán tanto en circulación, con las condiciones establecidas en el futuro ciclo de emisiones en condiciones reales de conducción, como en laboratorio.
Las pruebas abarcan todas las marcas, ante la preocupación generada entre los conductores por las repercusiones del escándalo de Volkswagen. Al grupo alemán se le acumulan los problemas para hacer frente a esta crisis en Estados Unidos. Porque adecuar su sistema informático de medición de emisiones a la legalidad puede resultar tan cuantiosa que la marca optará por comprar los automóviles a sus propios clientes. Aunque eso no implica que también extienda esta medida al resto de mercados, como el español.
Esta nueva posibilidad fue planteada ayer por Mary Nichols, la presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB), el organismo encargado de vigilar las emisiones de los vehículos. «Es muy probable que el resultado final sea la recompra de, al menos, una parte de los coches de los actuales propietarios», según indicó a la publicación alemana Handelsblatt .
Los modelos que se han comercializado recientemente sí que pueden recibir soluciones de cambio de ‘software’ más sencillas de implantar. En los casos de los vehículos de media edad, necesitarían componentes nuevos para solucionar el problema, según la responsable de la CARB. Pero en los coches más viejos, la solución es mucho más compleja y tendrían que ser devueltos a la casa, en vez de ser equipados con nuevos dispositivos de control de emisiones.