El Ibex se deja 36.000 millones de euros en una semana tras el descalabro de China
El indicador bursátil cierra un inicio de año para olvidar con una caída semanal superior al 6% .
La masiva venta de acciones formalizada durante las últimas cinco jornadas ha provocado una sangría bursátil que se ha llevado por delante más de 36.000 millones de euros tirados por la borda desde que comenzara el ejercicio. Se trata de la capitalización del Ibex que el selectivo ha perdido como consecuencia de la caída del mercado, prácticamente de forma continua desde la sesión del lunes, hasta los 525.000 millones frente a los 561.000 de Nochevieja. Es la peor primera semana de un año del índice, que este viernes cerró con el mayor recorte diario en toda Europa: un 1,66% menos que en la jornada anterior.
Con esta tendencia a la baja, el Ibex-35 se encuentra en los 8.909 puntos, a un paso de precipitarse por otra referencia psicológica, la de los 8.900, después de despedirse por ahora de los 9.000. Los analistas consultados por este diario explican este comportamiento indicando que las ventas automáticas ordenadas por los inversores en los sistemas informáticos que utilizan para operar provocan estos descensos tan bruscos. Porque «no hay razón de carácter económico» -aseguran estas fuentes-que razonen tantas caídas continuadas. Con la última referencia del viernes, el índice bursátil se sitúa en un nivel que no veía desde principios de septiembre de 2013.
En detalle
En cómputo semanal, la bolsa ha cedido un 6,6% de su valor, convirtiéndose en el segundo mercado europeo con peores registros en este 2016 que acaba de comenzar. Sólo lo ha hecho peor el índice alemán Dax, cuya caída ha superado el 8%, frente al 7% que se ha dejado el Mib italiano, el 6,5% del Cac francés o el 5,3% del Ftse londinense. El desplome de Alemania se debe a los intereses que las compañías del país tienen en el mercado de China, uno de sus principales compradores. Los titubeos del gigante asiático -sus índices de producción industrial publicados estos últimos días fueron peores de lo estimado- unido al caos bursátil que han vivido sus plazas de valores perjudican directamente a las grandes industrias manufactureras germanas.