EL AUMENTO DE LA DESIGUALDAD
62 milmillonarios controlan a nivel mundial igual riqueza que 3.500 millones de personas
Oxfam denuncia de la desigualdad creciente, con unos ricos cuyos ingresos suben cada vez más y unos pobres que reciben cada vez menos
El crecimiento económico se ha generalizado, pero no beneficia a todo el mundo sino que se acrecientan las desigualdades. Un total de 62 milmillonarios poseen igual riqueza que los 3.500 millones de personas que constituyen el 50% más pobre del planeta, según alerta la oenegé Oxfam. Hace seis años, el número de personas más ricas del mundo era de 388, lo que indica una clara tendencia a la concentración de los ingresos en pocas manos.
En su último informe 'Una economía al servicio del 1%', presentado antes de que empiece el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) el próximo miércoles, la organización advierte del desigual reparto del crecimiento. Mientras que los ingresos de los más acaudalados se ha incrementado en un 44% en apenas cinco años; los de la mitad más pobre se han reducido el 41%. A pesar de que la economía mundial se ha duplicado en 30 años, hasta los 78 billones de dólares y la riqueza mundial también, hasta los 267 billones (valor neto de todos los activos financieros y no financieros), cada vez más personas quedan excluídas del reparto.
Esta organización advierte de la "desigualdad extrema", que se está instalando a escala mundial, a pesar de que esta ha dejado de formar parte de las preocupaciones de las élites del Foro Económico Mundial, como sucedió en el 2014. La mejoría económica ha alejado de estos selectos clubs la preocupación por las cuestiones sociales, aunque el paro estructural y el subempleo aún forman parte los riesgos que incluyen cuando se les pregunta, tal como serecoge el'Informe sobre riesgos globales 2016' de este organismo.
Oxfam advierte de que una de las herramientas que permiten a los más poderosos incrementar aún más sus ganancias, además de la tendencia de los últimos 30 años de reducir los tipos marginales de las rentas más altas, son los paraísos fiscales. Aunque no existen cifras oficiales, el estudio de esta organización hace referencia a estudios recientes según los cuales, estos territorios con baja o nula tributación esconden una suma equivalente a la riqueza total deAlemania y el Reino Unido.
NUEVE DE CADA 10 GRANDES EMPRESAS, EN PARAÍSOS FISCALES
Esta oenegé ha analizado unas 200 empresas, entre ellas las más grandes del mundo y socias del Foro Económico Mundial y nueve de cada 10 tiene presencia en paraísos fiscales. Esos recursos que escapan del control de los gobiernos, que ascienden a unos 100.000 millones al año, según algunas estimaciones, provocan recortes en el estado del bienestar o bien subidas de impuestos como el IVA, "que afectan desproporcionadamente más a los sectores más pobres de la población".
Una de las claves de la concentración de riqueza es el aumento de losrendimientos del capital, que incluyen desde los intereses hasta los dividendos. De hecho, en todos los estados avanzados y en la mayoría de los países en vías de desarrollo, la participación de lossalarios en la renta nacional se ha ido reduciendo, "lo cual significa que se benefician cada vez menos del crecimiento económico", como ya advirtió el economista francés Thomas Piketty, en su libro 'El capital en el siglo XXI'. En cambio, los dueños del capital han visto como este crece "de forma constante y a un ritmo significativamente más rápido que el crecimiento económico".
DIRECTIVOS, MÁS; TRABAJADORES, MENOS
En el ámbito laboral además la brecha salarial entre el trabajador medio y los puestos directivos se ha ampliado. Mientras que los ingresos de los asalariados medios se han estancado o bajado incluso trabajando más, los de los altos ejecutivos se han disparado. De hecho, "los salarios no solo no remuneran debidamente los esfuerzos de los trabajadores, sino que tampoco satisfacen las necesidades de las personas y las familias en términos de ingresos.
En la Unión Europea (UE), alrededor del 9% de las personas que trabajan se encuentran en riesgo de pobreza y este porcentaje ha crecido en la última década, según el informe. Un indicador que lo refleja claramente es que el índice de productividad laboral ha acrecentado su brecha con respecto al de crecimiento del salario real.