ESCÁNDALO EN LA AUTOMOCIÓN
La Eurocámara pone en marcha la comisión de investigación del 'dieselgate'
Estará presidida por la socialista flamenca Kathleen van Brempt El PPE avisa de que no permitirá una caza de brujas contra la industria
La comisión de investigación de la Eurocámara que debe arrojar luz sobre el 'dieselgate' y el escándalo de emisiones deVolkswagen ya está en marcha. Durante los próximos 12 meses 45 eurodiputados –entre ellos el popular Pablo Zalba y el socialistaJosé Blanco- tratarán de aclarar por qué se produjo el fraude, si laComisión Europea o los Estados miembros fallaron a la hora de hacer cumplir la prohibición explícita de “dispositivos manipuladores” y si tenían evidencias de su utilización antes de que se destapara el escándalo, el pasado 18 de septiembre.
La nueva comisión, que presentará un informe preliminar en seis meses, tendrá un claro sabor flamenco. Como presidenta estará la socialista flamenca Kathleen van Brempt, elegida sin votación y sin candidatos alternativos, a quien acompañarán en la mesa el democristiano y también procedente de Flandes, Ivo Belet (PPE) y el nacionalista flamenco Mark Demesmaeker (ECR). Junto a ellos, la ecologista gala Karima Delli (Verdes) y la checa Katerina Konecna (IUE).
“El escándalo del 'dieselgate' sacudió la confianza del consumidor en la industria del automóvil en un momento en el que las personas son cada vez más conscientes del impacto medioambiental de los productos que compran. Es un sector crucial para nuestra economía y no podemos tener una situación en la que los consumidores no tienen fe en la capacidad de la industria del automóvil para cumplir con las normas existentes”, sostiene van Brempt determinada en centrar sus esfuerzos en desvelar qué salió mal y por qué el software fraudulento instalado en los vehículos diesel de Volkswagen fue detectado por las autoridades norteamericanas y no por los responsables europeos.
El PPE, principal grupo de la cámara, ya ha dejado claro que no darán carta blanca. “El PPE hará todo lo posible para que esta comisión no se convierta en una caza de brujas contra la industria o contra la tecnología diésel en el que Europa tiene una ventaja competitiva en el mundo”, advierte Krisjanis Karins. A su juicio, “es falso enfrentar a la industria con el medio ambiente” porque Europa necesita empleo e industria y su tarea es cuadrar eso con las necesidades del medio ambiente.
Los vehículos diesel son una de las principales fuentes de emisión de óxidos de nitrógeno, causantes de más de 400.000 muertes prematuras al año en Europa. Hasta ahora las emisiones se miden solo en laboratorio aunque los estudios muestran que difieren de las condiciones reales de conducción. Esto ha llevado a la Unión Europea a modificar el sistema y a partir del próximo año los test se realizarán en circunstancias reales.
La puesta en marcha de la comisión es resultado de la presión ejercida por los verdes que finalmente lograron el respaldo del resto de grupo a finales del año pasado. “El caso Volkswagen nos pone frente a tres retos: de salud pública y medioambiente, de estafa a los consumidores y de fraude a las arcas públicas”, denuncia el eurodiputado de Compromis, Jordi Sebastiá.