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FRAUDE EN LOS MOTORES

Vicente Franco, ingeniero que destapó el 'dieselgate': "En Europa hay más tolerancia sobre lo que es un motor trucado que en EEUU"

Un miembro del equipo que sacó a la luz el escándalo pide a la comisión de investigación que arranca hoy en la Eurocámara una investigación más amplia y más transparencia

Publicado por
León

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Vicente Franco es miembro del equipo investigador del Consejo Internacional del Transporte Limpio que permitió a la Agencia de Protección Medioambiental del Estados Unidos (EPA) destapar elfraude de Volkswagen (dieselgate). Admite que las autoridades europeas avancen “con pies de plomo” ante cualquier reforma que pueda afectar a una industria tan puntera como la del automóvil pero no ve “ninguna mano negra” detrás del escándalo. Coincidiendo con el lanzamiento este miércoles de la comisión de investigación de laEurocámara ha reivindicado más transparencia.

-¿Cuándo arrancaron la investigación se imaginaban el resultado?

-Lo que esperábamos es que los coches diésel americanos fueran más limpios que los europeos. La expectativa inicial era que ibamos a demostrar que con mejores normativas, como pensábamos que era la estadounidense, se podía tener un diésel limpio. Lo que ocurrió fue que dos de los tres coches que probamos, los dos Volkswagen, tenían unas emisiones en carretera que eran mucho mayores que las emisiones en laboratorio.

-¿Por qué se destapó en Estados Unidos y no en Europa?

Las autoridades americanas tienen mucho poder. La EPA es una agencia independiente, con medios técnicos y mandato político. Estuvieron 18 meses investigando. Es algo que en Europa por el momento no existe y no parece que vayamos a tener a corto plazo.

-¿Estados Unidos tiene una normativa más exigente?.

-Tienen unos ciclos de prueba que son más representativos de la conducción real mientras que en Europa tenemos un ciclo que está desfasado desde hace años y no ha habido a voluntad política de cambiarlo. La reglamentación sobre el uso de dispositivos de manipulación es muy similar pero se interpreta de forma diferente. En Europa hay un nivel de tolerancia más alto y más flexibilidad sobre lo que es un motor trucado.

-¿El de Volkswagen es un caso aislado?

-Hay un par de fabricantes que curiosamente han decidido ofrecer a sus clientes la reprogramaciones de sus vehículos: Renault y Fiat. Es una admisión de que la programación que tenían de sus sistemas de control no era la óptima y que estaba más encaminada a la durabilidad o el bajo consumo y no a las bajas emisiones de NOX. Hablamos de un ahorro o una mejora marginal en la conveniencia para el usuario a cambio de multiplicar las emisiones de NOX por diez. Eso es lo que se puede corregir a corto plazo con software. A largo plazo si queremos que los diesel sean tan limpios como los gasolina implica la adopción de más tecnologías. Un coste mayor del diésel. Los fabricantes podrían decidir que invertir en el diésel no les conviene y desarrollar otro tipo de motores. El problema es que ha habido una distorsión del mercado. Al diesel se le ha permitido contaminar más a cambio de emitir menos CO2.

-¿Ha actuado la Comisión Europea con tibieza?

-No tiene la misma autoridad que la EPA y está a expensas de los Estados miembros. Los estados están tomando demasiado tiempo en conseguir los resultados y dar claridad al asunto. La mayoría de las investigaciones están siendo realizadas por Francia y Alemania que a su vez tienen los fabricantes más importantes. Hay muchos intereses cruzados. Es problemático. Es un mal estructural del sistema europeo. Pero tampoco sería justo decir que la Comisión no ha hecho nada. Llevan desde 2011 preparando la prueba en carretera. Es un paso en la dirección correcta y a raíz del escándalo Volkswagen ha propuesto una reforma sustancial del esquema de homologación.

-¿Será suficiente?

-Seguramente no porque no cubre todas las condiciones de conducción. Hemos visto históricamente que las condiciones de conducción que no se cubren en la prueba de certificación dan lugar a emisiones muy elevadas. No es la solución a todos los males pero sin duda es un paso adelante y en la buena dirección.

-¿Hacia donde tendrían que dirigir la investigación los eurodiputados?

-Puesto que tenemos una cuota de mercado del diésel que es más del 50% habría que hacer una investigación amplia. Es necesario más información y más claridad. Hay que restablecer la confianza del consumidor que ha sido dañada gravemente por este escándalo y eso solo se consigue con datos veraces y fiables.