El descalabro contable de Abengoa le aboca al concurso

J. M. C. | Madrid

Los resultados anuales de Abengoa no han tenido más remedio que reflejar la debilidad por la que ha pasado la compañía no solo en la última parte del año, después de aprobar el preconcurso de acreedores, sino durante buena parte del segundo semestre, cuando los problemas contables ya acuciaban a la multinacional. La paralización de los proyectos que se encontraban en vigor, una contabilidad que incorpora un severo deterioro de los activos de la firma y los intereses de demora acumulados como consecuencia del impago de sus compromisos financieros han tenido un impacto de 878 millones de euros en las cuentas de la empresa. Con esta sangría de capital sobre la mesa, el grupo ha reconocido unas pérdidas de 1.213 millones de euros, incomparables con los 125 millones que ganó en 2014. Las propias cuentas de Abengoa previas al año pasado llegaron a estar en cuestión ante las dudas que han surgido en torno a la empresa.