El elevado déficit empaña la imagen de España pese a ser la que más crece
La Comisión, que guarda silencio sobre la multa, cree que en 2017 serán necesarios ajustes.
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Moscovici. S. L.
adolfo lorente | bruselas
Que hay preocupación sobre la situación que atraviesa España lo evidencia, por ejemplo, el hecho de que en una comparecencia en la que sólo se deja preguntar a un corresponsal de cada país para hablar precisamente de su país, un periodista británico especializado en mercados decida preguntar por España. No obtuvo respuestas. «Obviamente hay decisiones que tomar, pero abordaremos el asunto a su debido tiempo», zanjó el comisario de Economía, Pierre Moscovici. Porque ayer, mientras el rey decretaba en Madrid la disolución de las Cortes, en Bruselas, el país comenzaba su particular viacrucis fiscal que puede convertirle en el primer Estado multado por incumplir el déficit. Todos los argumentos técnicos llevan a la sanción (de hasta 2.000 millones o incluso de cero euros), pero la decisión final será política y la tomará el Colegio de Comisarios el día 18. Y si algo no quiere el presidente Juncker son más problemas, así que todo está muy abierto.
Las sensaciones son contradictorias, como demuestran las previsiones macroecómicas de primavera publicadas en las últimas horas por la Comisión. España sigue siendo la potencia que más crece y con gran diferencia respecto a Alemania, Francia, Italia o la media comunitaria. Lo hará el 2,6% este año y el 2,5% el que viene.
Bruselas mejora en una décima la previsión que el Gobierno presentó recientemente y ha decidido, por otra parte, no tocar la proyección que hizo en febrero. Mantiene el 2,5% cuando ha revisado a la baja al resto de grandes países. ¿Va a multar la Comisión al país que está creciendo casi al doble que la media?
Viendo el «robusto crecimiento» del Producto Interior Bruto (PIB), quizá no. Pero cuando uno pasa al cuadro del déficit la respuesta es sí y con mayúsculas. La Comisión ha empeorado ligeramente el cuadro macro aprobado por Madrid el pasado viernes y cree que no se bajará del 3% del PIB hasta 2018. Para este año, estima un desfase del 3,9% y del 3,1% para 2017 (frente al 3,6% y el 2,9% de Madrid).
En teoría, no hay que olvidarlo, había que haberlo conseguido ya este año, pero el fortísimo desvío de 2015 ha abocado al país a tener que pedir otra prórroga (la cuarta desde 2009). Si hay multa, será por esto, por la decisión de Moncloa de dejarse llevar para evitar el enorme desgaste que las reformas han provocado en el PP. El problema es que el 3,9% previsto convertirá este año a España en el peor país de la UE, incluso por delante de la devastada Grecia.
El informe conocido ayer advierte del «riesgo» que existe por la «inestabilidad política». Eso sí, estas mismas fuentes aseguraron tajantes que sólo es un riesgo potencial porque «no se ha notado absolutamente en nada».