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SERVICIO A EMPRESAS

LinkChina: cuando el negocio es el idioma

LinkChina es una agencia de traducción e interpretación en Barcelona especializada en negocios con China

Lingling Xu, propietaria de LinkChina.

Publicado por
CARME ESCALES
León

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En un pequeño espacio alquilado en una agencia de viajes en Barcelona, Lingling Xu (Fujian, 1980) empezó a recibir a los primeros clientes de sus servicios de traducción especializados en documentación oficial y puente lingüístico (y cultural) para negocios y alianzas empresariales entre China y España. Una mesa y un par de sillas fueron el primer patrimonio de LinkChina, su agencia que hoy tiene dos oficinas en Barcelona.

Xu fue una de los 17 licenciados de su promoción de Filología Hispánica en el moderno Shanghái financiero en el que empezó a trabajar de intérprete, en segundo de carrera. Nunca le ha faltado trabajo, ni negocios que ayudar a atar. En el 2003 viajó a Barcelona para doctorarse y hacer un posgraduado en la Escuela Superior de Comercio Internacional (ESCI-UPF). Casarse con uno de los pocos traductores jurados de chino-español, Yi Lin Pu, redondeó su oferta. 

CRISIS A FAVOR

Con la crisis, muchas empresas españolas se abrieron a exportar y LinkChina se ha beneficiado de ello. “Nos reclaman para oficializar la validez de las empresas españolas que quieren establecer alianzas con firmas chinas”, explica Xu. “Son sobre todo del sector alimentario(como Grup Miquel); inmobiliario; ingenierías; deportivo o cosmético, de aquí para allí”, apunta. También les beneficia la voluntad de expansión de empresas chinas fuera del país. “Han sido clientes nuestros dos de los cuatro bancos más importantes de China (ICBC y China Construction Bank)”, declara Xu. LinkChina facturó el pasado año en torno a los 200.000 euros, cuenta con cuatro empleados y colaboradores externos.

 Las políticas gubernamentales entre China y España son un termómetro del quehacer de la agencia. “La homologación obligatoria de ciertos productos y plantas de producción (como en la carne porcina) para exportar a China, los convenios entre universidades de ambos países, o la aprobación de los permisos de residencia a inversores de más de medio millón de euros en inmuebles, se refleja en la demanda de traducciones”, dice Xu.

Pero interpretar no es solo traducir; es algo más que buscar palabras equivalentes en ambos idiomas, “es un engranaje entre las dos partes". "Somos neutros en la comunicación, pero muchas veces hacemos de consultores. La interpretación conlleva aspectos culturales que influyen el ambiente de la negociación y relación entre ambas partes. En China, hay una regla: primero hacer amigos, luego negocios”, concluye.