El número de beneficiados por el bono social cae un 2,3% desde 2014
Muchos se sirven del descuento del 25% en energía eléctrica de forma ajena a su patrimonio.
JOSÉ M. CAMARERO | MADRID
Cada vez hay menos ciudadanos que se benefician del descuento del 25% en la energía consumida en sus hogares a través del bono social; pero cada mes que pasa se acumulan más casos de perceptores que se valen de un sistema que reduce sus facturas, independientemente de la situación económica por la que están pasando.
El número de beneficiarios del bono social, un descuento puesto en marcha en 2009 y revisado en 2013 para amortiguar los costes energéticos entre las familias más necesitadas, ha bajado un 2,3% desde 2014.
En los 24 últimos meses, el colectivo de desempleados es el que más se ha incrementado, un 42%. También ha aumentado más de un 10% el número de pensionistas perceptores y se ha disparado un 33% el número de familias numerosas que se lo aplican. Y se mantienen al frente de este tipo de ayudas todos aquellos titulares de contratos de luz cuya potencia es menor a tres kilovatios, un segmento al que se intentó ayudar con el bono social, al tratarse de hogares que no podían abonar facturas más elevadas.
Sobre estos dos colectivos de clientes se cierne el mayor número de dudas sobre la idoneidad de que se beneficien de forma generalizada de esta medida. Porque lo hacen de forma ajena a su patrimonio. Así lo explica Endesa en la propuesta para la protección de los clientes en situación de vulnerabilidad que ha remitido a los organismos competentes del Gobierno para su estudio.
La compañía argumenta que «al no haberse fijado una limitación por criterio de renta para acogerse al bono social, una parte de las familias numerosas y otros clientes con potencia inferior a tres kilovatios pudieran no estar apropiadamente encuadrados como vulnerables», porque esa condición «no da lugar necesariamente a estar en una situación de vulnerabilidad». Por ejemplo, puede tratarse de segundas residencias —playa, montaña, etc.— sin que necesariamente sus propietarios pasen necesidades presupuestarias.
A la hora de beneficiarse de esta medida, la compañía eléctrica apuesta por aplicar al colectivo de consumidores con una potencia menor o igual a 3 kW, y familias numerosas. Pero siempre que la renta de la primera persona de esa unidad familiar no supere el 120% del salario mínimo interprofesional (SMI) —unos 10.841 euros para este año—; los ingresos del segundo miembro sean inferiores al 70% del SMI —unos 6.324 euros—; y los de las terceras personas y siguientes, la mitad del salario mínimo —unos 4.517 euros—. En total, para una familia media de cuatro miembros, la renta conjunta no debería superar los 26.199 euros al año.