Los inspectores apuntan a que Bankia «dejó caer» al Banco de Valencia
j.a.b. | colpisa
El Banco de Valencia, protagonista de uno de los mayores rescates financieros en España —más de 5.500 millones de euros en ayudas públicas directas, más una línea de crédito de otros 7.000 millones dada a Caixabank para reflotarlo—, «cayó fundamentalmente por la dejadez de los entonces gestores de Bankia, encabezados por el exministro Rodrigo Rato». Así, al menos, lo estima el equipo de inspectores del Banco de España (BdE) que estuvo en dicha entidad en 2011, antes y después de su polémica salida a Bolsa.
Su postura queda clara tanto en los correos electrónicos que se cruzaron en aquella época, como en las actas internas de las reuniones que mantuvieron con directivos del banco. Así, el responsable de aquel equipo, José Antonio Casaus, ya les avisaba en marzo que tendrían «un problema» por la falta de liquidez de la entidad levantina —la gestión de sus responsables es investigada por vía penal en la Audiencia Nacional desde hace tres años pero la instrucción apenas ha avanzado por varias vicisitudes—, una situación que veía «preocupante» porque en julio de ese año le vencían 700 millones de euros y un banco alemán le reclamaba otros 200. A ello se le unía, según contaba a sus compañeros, que ese mes expiraban unos depósitos interbancarios por valor de 600 millones y, además, se estaban «produciendo salidas anormales de depósitos a plazo (70 millones en tres días)».