El fiscal acusa de «rapiña» a los imputados de las ‘black’

j.a. bravo | madrid

«Su actitud estuvo muy próxima al pillaje y la rapiña». Con esta severidad descalificó este lunes el fiscal Alejandro Luzón a los 65 exaltos cargos de Caja Madrid y Bankia acusados de despilfarrar al menos 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012 mediante las llamadas tarjetas ‘black’, una conducta que les puede llevar a ser condenados a penas de varios años de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida o, en su defecto, administración desleal para al menos parte de ellos.

Esa frase fue la parte del informe final del representante del Ministerio Público que más alteró a los acusados, hasta el punto de que tuvo que leerla dos veces entre las protestas para que se pudiera escuchar bien. No fue la suya, sin embargo, una exposición dada especialmente a buscar grandes titulares mediáticos, aunque sí dejó otra perla en su intervención al tachar a los beneficiarios de esos polémicos ‘plásticos’ de «primitivos, casi depredadores».

Para Luzón, antes miembro de la Fiscalía Anticorrupción, lo que se hizo con las ‘black’ fue crear un sistema paralelo e ilícito de remuneraciones porque las que había «les parecían escasas».