Blesa y Rato se quejan del trato por las ‘black’ antes de que haya sentencia
j.a. bravo | madrid
«La justicia pagana ya les ha condenado». Con esta frase mezcla de queja, lamento y denuncia los abogados de Miguel Blesa y Rodrigo Rato, los dos últimos presidentes de Caja Madrid, quisieron hacer ver este viernes durante las postrimerías del juicio por los excesos de las llamadas tarjetas ‘black’ que a sus patrocinados se les quieren hacer «paganos de todas las responsabilidades», tratando de «mezclarlo» con la crisis de Bankia y sin tener en cuenta para ello las pruebas reales aportadas al procedimiento.
Fueron los primeros letrados de las defensas en exponer sus informes finales y, en parte, también los más vehementes. Eso sí, todos los que intervinieron coincidieron en varias líneas generales: que el principal soporte documental de las acusaciones podría haber sido manipulado, que otras ‘pruebas’ que les beneficiarían no han sido aportadas por el banco, que lejos de ser opacas como se ha dicho las tarjetas sí podían haberse conocido y que el sistema fue puesto en marcha por una persona que no está en el banquillo, Miguel Terceiro, antecesor de Blesa.
La parte más llamativa de su discurso, sin embargo, resultó también la menos jurídica y donde vinieron a quejarse de que la presunción de inocencia de sus clientes se había tirado casi literalmente por los suelos. «Aquí se ha abierto un proceso siguiendo el criterio de la reina de corazones en Alicia en el País de las Maravillas, pidiendo que se les corte la cabeza» a los acusados prácticamente desde el principio, denunció el abogado de Blesa, Carlos Aguilar, quien usó otro símil cinematográfico para referirse al caso. «Esto es como cuando en la película Casablanca el comisario Renault clausuraba el local de Rick porque era un escándalo que allí se jugase. y justo al mismo tiempo un ‘croupier’ le estaba entregando sus ganancias».
Y es que este letrado, como varios de sus colegas, dijo tener claro que «las tarjetas eran conocidas por todos». Por eso, añadió, «pretender que se ha seguido un sistema deliberadamente opaco es faltar a la verdad; estaba a la vista de todos los órganos de contabilización, internos y externos». «Este fue un sistema legítimo establecido por el señor Terceiro, como lo fue con Blesa y lo siguió siendo después, con una gestión que ha sido exactamente la misma desde mayo de 1988 a 2012 y pese a que, según él, el Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), accionista mayoritario del grupo BFA-Bankia, «ha manipulado la información, presentada con un corte interesado» para que la causa de las tarjetas ‘black’ «tenga una fuerza letal tal, que todas las personas aquí sentadas han visto arruinada su vida».