Las pensiones perderán poder adquisitivo al subir sólo un 0,25%
El Gobierno avanza que recurrirá a emisiones de deuda cuando el Fondo de Reserva se agote.
d. valera/ L. palacios | madrid
El Gobierno no cede a la presión y mantiene una subida de las pensiones de sólo un 0,25% para 2017, el mínimo que marca la ley. Esto significa que los pensionistas perderán poder adquisitivo de forma significativa el próximo año. Y es que la estimación de inflación para el siguiente ejercicio que maneja el Ejecutivo es del 1,4%. Esto supone un repunte de los precios provocado por el encarecimiento del crudo que dejará atrás las tasas medias negativas de IPC de los últimos tres cursos, que sí habían beneficiado a los pensionistas.
Una evolución de los precios que no parece afectar al Gobierno. De hecho, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, trasladó este martes a los agentes sociales su intención de revalorizar las prestaciones lo que estaba previsto, es decir, el 0,25%. La posición fue mal recibida por los sindicatos, que habían apoyado una propuesta en el Parlamento para incrementar las pensiones un 1,2% y que ha sido paralizada por el Ejecutivo. Así, los líderes de CC OO y UGT criticaron al Gobierno por castigar a los pensionistas con una subida mínima y anunciaron estar dispuestos a utilizar «todas las vías» a su alcance, tanto en el Congreso como con movilizaciones, para lograr un alza mayor.
La reunión, a la que también asistieron los responsables de la patronal CEOE y Cepyme, no profundizó sobre la sostenibilidad de las pensiones. Un sistema que tiene en la rápida reducción del Fondo de Reserva el primer gran reto al que hacer frente, máxime cuando su agotamiento se prevé para finales de 2017.
Sin embargo, el Gobierno desveló este martes por primera vez sus planes para cuando ese momento llegue. ¿La solución? Emitir deuda pública. Así lo adelantó el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, en su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso, quien también recordó que esta era la mecánica utilizada en los años 90 cuando la Seguridad Social tenía déficit y no existía la famosa hucha.
Asimismo, Nadal aclaró que esta medida no supondría un aumento del déficit, aunque sí del pasivo del Estado. De hecho, cada vez que el Gobierno retira dinero de ese fondo tiene un impacto en la deuda. Además, la emisión para financiar las pensiones tendría un coste presupuestario porque los bajos tipos a los que España se financia en la actualidad se incrementarán según el BCE reduzca su programa de compras. Por tanto, la emisión de nueva deuda iría aparejada de un mayor incremento en el pago de intereses.