Diario de León

EMPRESAS | POLO BIOTECNOLÓGICO

Syva, industria pionera en química famacéutica

La solidez del polo biotecnológico afianza la candidatura de León para optar a acoger la sede de la Agencia Europea del Medicamento. La implicación institucional y de las universidades de Castilla y León es imprescindible

Syva impulsa en sus instalaciones del Parque Tecnológico la innovación y la investigación.

Syva impulsa en sus instalaciones del Parque Tecnológico la innovación y la investigación.

León

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Pionera de la pujante industria en farmacia veterinaria y biotecnológica leonesa, pionera también en el desarrollo del Parque Tecnológico de León, tractora de talento y proyectos empresariales relacionados con la investigación y la industria de la salud animal, Laboratorios Syva apuesta ahora por aglutinar voluntades y esfuerzos para dar un paso al frente ante una oportunidad histórica a la que el sector más prestigioso de la trayectoria innovadora local tiene capacidad de optar. La Agencia Europea del Medicamento busca sede, porque el Brexit le obliga a abandonar Londres, su ubicación actual.

Numerosas ciudades candidatas a acogerla se han apresurado a formar comités con los que argumentar sus bondades para acoger un organismo internacional no sólo de enorme prestigio e importancia, sino que arrastra consigo todo un entramado de excelencia y talento. Y también de dinamismo económico y negocio. La apuesta cuenta con el pilar de un pasado brillante y un presente que en los últimos años ha convertido a León en el tercer polo biotecnológico del país, sólo por detrás de Madrid y Barcelona. Pero se apoya sobre todo en un potencial de futuro que consolida la fortaleza de las empresas ubicadas en la provincia, así como la creciente apuesta de las multinacionales del sector por asentar sus proyectos punteros en León. Una Universidad fuertemente especializada y un capital humano codiciado

por los inversores son sus dos argumentos más sólidos.

El proyecto necesita sobre todo el máximo compromiso del entorno institucional, a todos los niveles. El

interés de la industria y la Universidad de León está claro, falta por concretar un respaldo decidido y coral por parte de todas las administraciones e instituciones locales y autonómicas. Un proyecto ilusionante para la provincia, que tiene que estar pilotado por la Junta de Castilla y León, y contar con el apoyo

absoluto de las universidades de Salamanca y Valladolid. Y sus prestigiosas facultades de Medicina y Farmacia en el primero de los casos; y de Medicina en el segundo.

Desde luego, el apoyo de las instituciones leonesas, desde las municipales a las provinciales,

académicas, empresariales y sociales en general, resulta imprescindible para dotar de fuerza suficiente

a la candidatura leonesa.

Otras ciudades, en España y en otros países de la Unión Europea, llevan ya meses, desde el pasado verano, defendiendo y argumentando intereses a través de comisiones específicas constituidas para defender sus candidaturas. León puede y debe orquestar cuanto antes una voz común, fuerte por el respaldo unánime y colaborador, con la que poner en valor el que es su gran patrimonio industrial, investigador y de talento. Puede rentabilizarlo más allá del evidente potencial económico de las ya numerosas empresas que forman el polo biotecnológico local.

La Agencia Europea del Medicamento es referente en las denominadas ‘ciencias de la vida’ para toda la Unión Europea. Entre sus funciones no sólo está la evaluación de las solicitudes de autorización de comercialización de medicamentos, sino también la monitorización de los compuestos a lo largo de su vida, el control del desarrollo de nuevas formulaciones,... Todo lo relativo a la medicina tanto de uso humano como animal.

Para desarrollar estas funciones dispone de un equipo de más de 800 profesionales, a través de comités científicos y de decenas de grupos de trabajo. Mueve a su alrededor todo un entramado de empresas, científicos, técnicos y directivos que acuden a sus oficinas, a los laboratorios, a los gobiernos,... Y, sobre todo, requiere cerca un vivero de especialistas e investigadores, y un centro de formación capaz de responder  a sus expectativas y especializarse en sus necesidades.

Exigencias todas que reúne León. Así lo considera Luis Bascuñán,  director general de Laboratorios

Syva, una empresa que en sus ya algo más de 75 años de vida ha sabido liderar investigación y mercados apoyándose siempre en el talento primero de la Facultad de Veterinaria, germen de la Universidad de León; y más tarde en las distintas áreas de especialización que han ido conformando en el Campus de Vegazana un auténtico universo de innovación en todas las áreas de las ciencias de la salud, tanto humana como animal.

Laboratorios Syva fue la primera planta de producción en entrar en funcionamiento en el Parque Tecnológico de León. Su prestigio se convirtió además en tractor de nuevas inversiones, al fomentar el atractivo de un nuevo espacio industrial que con el tiempo se ha especializado en el sector químico farmacéutico y biotecnológico; además de acoger compañías dedicadas a las nuevas tecnologías de la comunicación . RAMIRO

La realidad farmacéutica y biotecnológica leonesa estaba probablemente muy lejos de los sue-

ños, nunca faltos de ambición, de aquellos pioneros catedráticos de Veterinaria que en 1941 llevaron a la práctica sus conocimientos y crearon, de la mano de la familia Pablos y su impulso industrial, Sueros y Vacunas (Syva). Siete años después, y de la mano del primer director técnico de esta empresa, Santos

Ovejero del Agua, nació Laboratorios Ovejero, otro de los referentes del sector en la provincia. 

Miguel Cordero del Campillo o Ángel Sánchez Franco son otros de los talentos indiscutibles de aquel proyecto original de Syva, que se ha alimentado siempre de la excelencia generada por la Universidad leonesa. Como lo hizo a partir de 1950 Antibióticos. Empresas emblemáticas que pusieron las bases de una nueva era para la investigación y los investigadores leoneses.

Laboratorios Syva sentó sobre la base de aquellos primeros compuestos revolucionarios para combatir la peste porcina, el Mal Rojo o la septicemia hemorrágica, un vademécum que no ha dejado de crecer nunca. Los compuestos para la lengua azul, la vacunación frente a PRRS o los farmacológicos inyectables son algunos de sus logros más destacados en los últimos años.

La empresa químico farmacéutica fue ampliando su negocio desde su primera sede y matadero en la calle Párroco Pablo Díez. Aún se conservan en sus paredes, restauradas por Luis García Zurdo, las vidrieras realizadas a principios del siglo XX por David López Merille, que adornaban el lucernario de la casa fundacional de Syva con motivos veterinarios.

Syva puso en marcha en 2008 sus dos primeras plantas de producción en el Parque Tecnológico, que desde el año pasado cuentan también con una planta de penicilínicos. RAMIRO

Aunque crecer no siempre ha sido fácil. No cuando la apuesta es clara por el futuro y el desarrollo de un sector farmacéutico apuntalado sobre el prestigio investigador, pero también sobre las exigencias competitivas de un mercado global. Las necesidades del laboratorio y su expansión y modernización

exigían unas instalaciones que la sede histórica (aún en funcionamiento) no podía asumir por mucho

más tiempo. La empresa adquirió entonces una importante cantidad de terreno en la segungda fase del Polígono Industrial de León. Justo cuando preparaba el proyecto de sus nuevas y ambiciosas instalaciones comenzó a plantearse la creación en los alrededores de la capital de un espacio industrial, pero dotado especialmente para fines tecnológicos e innovadores.

Las instituciones buscaron desde el primer momento la participación del histórico laboratorio leonés en el proyecto, como elemento tractor de nuevas empresas y proyectos de elevado valor añadido, para consolidar el incipiente Parque Tecnológico de León.

Syva hubo de esperar aún años para ver cumplido su proyecto, que sigue en desarrollo, pero su apuesta fue clara: ocupa actualmente un 18,98% del espacio del espacio industrial tecnológico, donde fue la primera infraestructura en entrar en funcionamiento. 

Un espacio que ha diversificado su especialización entre la prometedora realidad del sector TIC, y la expansión que le lleva a albergar buena parte de las industrias más punteras y con mayor potencial del pujante sector biotecnológico local.

Entre estas dos decisiones Syva recibió también una oferta para instalarse en el Polígono Industrial de Villaquilambre. El laboratorio químico farmacéutico se decantó por el Parque Tecnológico, pero la propuesta alternativa no cayó en saco roto. En un sector en el que todo son contactos y sinergias, la oferta cuajó en lo que ha terminado siendo otra de las grandes apuestas en la industria de la salud en la provincia: el Grupo Chemo recogió el guante y puso la base de LeonFarma.

Otro de los grandes proyectos del sector en la provincia, y desde el que la multinacional ha puesto en marcha nuevos y punteros proyectos en el Parque Tecnológico, con Mabxience, creada sobre la base del proyecto local de Genhelix.

Es un ejemplo de las sinergias que mueven el sector de la industria farmacéutica y biotecnológica. Y también una muestra de cómo estas sinergias (es decir, la existencia de una potente industria local) y sobre todo de una ‘fábrica’ de capital humano cualificado y con recursos para la adaptación a las necesidades específicas de cada proyecto industrial, constituyen un atractivo que difícilmente puede improvisarse. Y que es necesario potenciar más allá del impulso puramente empresarial. 

En todo caso, a mayores del peso de una tradición histórica de innegable mérito, la industria

farmacéutica y biotecnológica leonesa puede presumir de haber consolidado en los últimos años un importante avance, cualitativo además de cuantitavo, que posiciona al sector en una situación

puntera a nivel internacional. Una posición que cuenta con todos ingredientes para seguir creciendo y cobrando más importancia dentro del competitivo panorama globalizado de la medicina y farmacología animal y humana.

Ahí está el renovado proyecto de Antibióticos, de la mano de Black Toro Capital; y de Vitatene, a través de DSM. También dentro del Parque Tecnológico, el proyecto de Gadea, que crece ahora de la mano de Albany Molecular Research Inc (Amri); junto con el de Instituto Biomar, que con 4D Pharma ha creado

4D Pharma León. Son sólo algunos de los numerosos ejemplos del potente polo biotecnológico leonés. Estos han recibido el respaldo de la inversión de multinacinales extranjeras, pero son muchos los proyectos que inician o consolidan su andadura en el marco de un sector puntero en innovación, y mantienen el pulso de la calidad en un mercado globalizado y enormemente competitivo.

Un polo de excelencia con enorme potencial de futuro y prestigio a nivel internacional, en el que, recuerda Bascuñán, Syva ha sido industria pionera a nivel no sólo local, sino también nacional. 

Desde 1996 la compañía cuenta con la homologación de acuerdo con la normativa europea. El certificado GMP permite exportar sus productos y fabricar para terceros. RAMIRO

Los primeros años de vida de aquel proyecto, de la mano de la entonces novedosa fabricación de sueros y vacunas para hacer frente a los problemas de sanidad animal, se dedicaron a consolidar un equipo investigador de primer orden. Siempre de la mano de la Facultad de Veterinaria.

En los años 60 se inició la expansión comercial; y fue en 1980 cuando comenzaron las exportaciones. El mercado internacional es hoy uno de sus principales clientes. Desde las ventas iniciales a Oriente Medio

y el Este de Asia, actualmente el laboratorio cuenta con una red de distribución en toda la Unión Europea, además de Latinoamérica, Este de Europa y Norte de África. Los productos de Syva contribuyen hoy tanto a prevenir como a combatir las patologías que afectan a la producción ganadera

de más de 70 países de todo el mundo; y dedica un 40% de su producción a los mercados exteriores.

El despegue

Laboratorios Syva llevó a cabo en la década de los 90 la reforma de sus históricas instalaciones, e implantó también las normas GMP. Con el nuevo siglo la empresa ha seguido ampliando no sólo su catálogo de productos, sino las iniciativas en materia de sanidad animal que impulsa y de las que forma parte.

En los últimos años la fuerte inversión realizada en las plantas punteras del Parque Tecnológico de León marca también una nueva época para una empresa que ha cumplido sus primeros 75 años de vida con una enorme vitalidad. En 2008 puso en marcha sus primeras dos plantas de producción en el Parque Tecnológico, una de farmacológicos y otra para fabricar productos inmunológicos. Desde el pasado verano está también en funcionamiento la planta de penicilínicos. Para el futuro queda pendiente la construcción del edifició que culminará el proyecto actual del Parque Tecnológico, un nuevo edificio que acogerá las oficinas y los servicios administrativos, además de la planta de producción de no penicilínicos.

Todo ello se mantiene de momento en las instalaciones de Párroco Pablo Díez. La suma de las realizadas por el laboratorio leonés en los últimos años supera los 50 millones de euros. La planta de penicilínicos, que se adelanta a las exigencias prevista a nivel internacional de separación de producción de penicilínicos y no penicilínicos, fabrica todas las fórmulas galénicas con los principios activos, desde pomadas a inyectables, polvos o líquidos. Una producción en la que Syva es un laboratorio pionero desde hace años a nivel nacional, y que a través de la nueva y puntera planta le posiciona para seguir creciendo en este campo. De hecho, buena parte de las fórmulas de esta planta están destinadas a terceros, a otras multinacionales del sector. Se trata de aprovechar un nicho de mercado especializado, y

que muchas grandes empresas encargan a otras plantas para centrarse en la I+D.

Nueva etapa

Laboratorios Syva entra así en una nueva etapa de su historia, heredera directa de su trayectoria de 75 años y asentada sobre las bases que han tejido el crecimiento constante y éxito cosechado hasta

ahora.

De cara al futuro pretende seguir siendo motor del sector que aglutina el mayor componente innovador y de valor añadido de la economía leonesa. Y que tiene sus raíces firmemente arraigadas en la provincia.

Las grandes inversiones realizadas por el sector biotecnológico, químico y farmacéutico tienen para la economía local la ventaja de que son muy difícilmente deslocalizables. Máxime cuando la razón fundamental de su asentamiento en la provincia está en la disponibilidad de un capital humano especializado y de una colaboración histórica, pero con grandes proyectos de futuro, con las facultades y los institutos de investigación de la Universidad leonesa.

La apuesta ahora por optar a la sede de la Agencia Europea del Medicamento debe ser, según insiste Luis Bascuñán, un aliciente para poner en valor toda esta realidad.

 «Para dar a conocer a nivel internacional la calidad del polo biotecnológico leonés, y también para inyectar ilusión y confianza a una provincia que tiene que ser consciente del enorme valor de este sector». 

La capacidad de producción de la nueva planta y su adaptación a las normativas internacionales permiten la producción de fórmulas para las multinacionales del sector. RAMIRO

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