Del aula al laboratorio

La historia de Syva no habría sido posible sin la Facultad de Veterinaria. La consolidación y potencialidad del tercer polo biotecnológico en importancia del país no se entendería sin la progresiva especialización de la Universidad de León. El futuro del sector no sólo más pujante desde el punto de vista industrial

sino puntero en investigación a nivel internacional de la economía leonesa no tendría solidez si no estuviera alimentado por un Campus que genera el codiciado capital humano, principal activo de la industria químico farmacéutica y biotecnológica local.

La relación entre el polo biotecnológico y la Universidad se plantea además como fórmula de éxito de cara al futuro. Las industrias, incluso los organismos internacionales, buscarán asiento allí donde tengan a su disposición técnicos y talento para respaldar la excelencia que se les exige.

En realidad fue así desde el principio. Y el origen está en la veterinaria. León acogió en 1852 la cuarta escuela de profesionales que se creaba en el país. Su progresión hasta convertirse en Facultad de Veterinaria es además el germen de la creación en 1979 de la Universidad de León. Veterinaria ha sido la columna vertebral del gran activo que hoy tiene la economía y la sociedad leonesa: su campus

universitario. Y también ha sido el motor de la adaptación a las exigencias del mercado y las industrias. Desde 1992 imparte la licenciatura de Ciencia y Tecnología de

los Alimentos.

Con los años ha ido incrementando también sus servicios y especialización: un Hospital Veterinario, una granja experimental, y la planta piloto de elaboración de alimentos. Además de un master en Investigación en Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

Su Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales es otro ejemplo de adaptación a las exigencias del mercado. Como ejemplo, su master en Investigación en Biología Fundamental y Biomedicina.

La Facultad de Ciencias de la Salud es también un foco de especialización universitaria; una orientación que tiene ejemplos de vocación en el sector farmacéutico y biotecnológico, tanto animal como humano, a través de sus centros especializados. Entre los que destacan el Hospital Veterinario, el Instituto de

Ganadería de Montaña, el Instituto de Desarrollo Ganadero y Sanidad Animal, el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos,... 

Centros investigadores

Algunos de sus centros investigadores son punteros y refrencia en proyectos de innovación a nivel internacional. Es el caso, por ejemplo, del Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec); o del Instituto Universitarios de Biomedicina (Ibiomed). Un activo fundamental de la economía leonesa y un pilar de

futuro que no habría sido posible sin la visión y el empeño de aquellos veterinarios pioneros, entregados no sólo al ámbito académico y a la enseñanza sino también a la transferencia de conocimiento. Ellos crearon los vínculos que han germinado no sólo en un entramado de industrias pujantes e innovadoras que compiten a nivel global; sino en un cordón umbilical que une indisolublemente al sector de actividad

de mayor valor añadido de cuantos se desarrollan a nivel local con una Universidad de la que se alimentan y a la que retroalimentan con sus demandas.

Los nombres a destacar serían sin duda muchos. De la memoria colectiva no pueden desaparecer

los de Miguel Cordero del Campillo, Santos Ovejero del Agua y Ángel Sánchez Franco. Tres hombres clave para la historia no sólo de Syva, sino de la industria farmacéutica leonesa. Los tres, catedráticos de la Facultad de Veterinaria, además de miembros de las más prestigiosas academias nacionales e internacionales, han sido sobre todo investigadores dispuestos a llevar a la práctica veterinaria los últimos avances logrados en los laboratorios. Y, a la vez, a hacer de los laboratorios de las industrias que crearon o en las que participaron centros punteros de investigación. Abastecidos de investigadores formados por una Universidad cuyo prestigio contribuyeron de forma decidida a forjar.