La reforma de las pensiones está paralizada ante la falta de acuerdo
Nada se ha hecho para sanear las cuentas de la Seguridad Social y llevar a cabo el cambio urgente.
Lucía palacios | Madrid
Dejando a un lado el desempleo —y el conflicto catalán—, otro de los graves problemas que sufre el país es el futuro de las pensiones públicas. Desde hace varios años se cuestiona la viabilidad del actual sistema, puesto que ejercicio a ejercicio desde 2011 el déficit de la Seguridad Social va registrando máximos. Así, se ha pasado de tener un superávit de casi 15.000 millones de euros en 2007, a un déficit de 18.700 millones el año pasado.
La preocupación por qué va a pasar con estas prestaciones está más que nunca en la calle y afecta no ya a los más de nueve millones de pensionistas, sino también a las jóvenes generaciones, que tienen serias dudas de que puedan jubilarse con dignidad, un temor que esta misma semana compartió la OCDE, al alertar del riesgo de pobreza de los futuros pensionistas españoles.
Sin embargo, casi un año después de que la nueva legislatura de Mariano Rajoy empezara a andar y de igual manera la comisión del Pacto de Toledo iniciara sus trabajos, nada se ha hecho para sanear las cuentas de la Seguridad Social y esa urgente reforma que piden desde todos los partidos políticos y agentes sociales parece estar totalmente paralizada. Desde el Gobierno se escudan en que si tomaran medidas propias se estarían «saltando el Pacto de Toledo», aunque esto es algo que ya hicieron con la polémica reforma de pensiones de 2013. Y esto es lo que argumentan partidos como el PSOE y Podemos para acusar de «parálisis» al Ejecutivo.
Críticas al Gobierno
«Tenemos la sensación de que están mareando más que querer adoptar algún acuerdo», sostiene Mercè Perea, diputada socialista y portavoz del PSOE en la comisión del Pacto de Toledo. «El Gobierno no está actuando en una de las cuestiones más sensibles para la ciudadanía», se suma Aina Vidal, portavoz de Unidos Podemos en dicha comisión, que afea al Gobierno que se «esconda bajo las faldas» del Pacto de Toledo y exige que hagan algo en este sentido. «Tienen esa obligación. Y si no, que se vayan y nos dejen a los demás hacer cosas», sentencia. Pone como ejemplo algo en lo que hay ya un amplio consenso general: sacar las bonificaciones y reducciones de la Seguridad Social y que se paguen vía Presupuestos del Estado. Una medida que la propia ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunció en su toma de posesión y que sigue sin llevarse a cabo.