Las denuncias por delito fiscal caen un 78% desde su máximo de 2011
El año pasado, Hacienda pidió 278 millones, frente a los 442 millones de 2015.
D. Valera | Madrid
El Gobierno considera la lucha contra el fraude como una prioridad y exhibe los datos de recaudación en esta materia, con récord casi cada año, como prueba. Sin embargo, al mismo tiempo, las denuncias por delito fiscal que realiza la Agencia Tributaria siguen una tendencia descendente que se agrava cada ejercicio. De hecho, en 2016 las áreas de inspección y de aduanas del organismo que dirige Santiago Menéndez presentaron 226 de estas demandas, lo que supone un 33% menos que las emitidas en 2015 y un desplome del 78% respecto a las 1.014 registradas en 2011, año en que se alcanzó la cifra récord. Desde entonces la denuncias acumulan cinco ejercicios de retrocesos, según consta en la Memoria de la Agencia Tributaria publicada ayer lunes. La reducción del número de denuncias no es nuevo, pero parecía haberse ralentizado en 2015, cuando la caída fue del 12,8%. Sin embargo, los datos del pasado ejercicio muestran que el retroceso se acelera exponencialmente al duplicarse el ritmo de caídas. Este menor número de denuncias tiene su reflejo en una disminución de la cantidad defraudada que la Agencia Tributaria reclama por estos delitos. En concreto, el año pasado pidió 278 millones, frente a los 442 millones de 2015. Es decir, un significativo retroceso del 37%. Sin embargo, el hundimiento se multiplica y alcanza el 69,4% al compararse con los 909 millones que Hacienda reclamó en 2011.
Con estos datos, el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) criticó de nuevo la opacidad de los datos de la lucha contra el fraude al considerar que pese a las grandes cifras «ocultaban» un retroceso de las denuncias por delito fiscal —la cantidad defraudada debe superar los 120.000 euros para tener esa tipificación—. En este sentido, Gestha ha propuesto en reiteradas ocasiones que se rebaje ese límite a 50.000 euros. Para este sindicato, los datos podrían significar que los esfuerzos de la Agencia Tributaria se centra más en los casos de fraude que afectan a pequeños contribuyentes físicos o jurídicos que a las multinacionales o grandes fortunas implicadas en supuestos casos de evasión fiscal como los ‘Papeles Paraísos’ o de Panamá.