El Gobierno advierte de que implantar la renta mínima elevaría un 20% los impuestos

lucía palacios | madrid

Desde el principio el Gobierno se ha mostrado contrario a la propuesta de CC OO y UGT de implantar una renta mínima garantizada en España, que supondría 430 euros al mes para los parados que hayan agotado su prestación. De hecho, el PP, junto con Ciudadanos, bloqueó lo que se convirtió luego en una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) hasta en 19 ocasiones para que llegara a debatirse en la mesa del Congreso, aunque sin éxito.

Ayer se opuso todavía con mayor rotundidad si cabe. Y lo hizo a través del secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal, durante su comparecencia en la Comisión de Empleo y Seguridad Social de la Cámara Baja, donde se está abordando esta proposición de ley.

«Supondría la quiebra de la Hacienda pública española», repitió en varias ocasiones Alberto Nadal, quien resaltó que su coste es «extremadamente elevado». Y es que, según sus datos, aumentaría alrededor de un 20% los impuestos de los españoles y podría poner en peligro la reducción del déficit y deuda públicos.

Nadal estimó que el coste de establecer esta nueva prestación -que sería no contributiva y que se pagaría mediante una partida de los Presupuestos- oscilaría entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros, en la línea de lo que otros expertos han dicho anteriormente, como el presidente de la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), el economista José Luis Escrivá, que lo cifró en unos 15.000 millones.

Frente a ello, el secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO, Carlos Bravo, redujo esa cifra final potencial de 9.931 millones si se hubiera implantado este año (menos de un punto porcentual del PIB). Y si se le descontara la parte de los ingresos por IVA que recaudaría Hacienda por el mayor consumo, el coste bajaría a 8.409 millones. De cualquier forma, «esto tendría un enorme impacto en el gasto público español», dijo Nadal.