Cerrar

TRANSPORTE

Uber pierde la batalla con los taxistas de Barcelona

El Tribunal de Justicia de la UE da la razón a la asociación Profesional Elite Taxi de Barcelona

Un taxi de Londres pasa delante de un móvil con la aplicación de Uber activada, ayer.

Publicado por
SILVIA MARTÍNEZ
León

Creado:

Actualizado:

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea no tiene dudas. Aunque Uber es un concepto que ha roto moldes debe ser considerada como una empresa de transportes y no una simple plataforma digital de intermediación entre particulares, lo que significa que debe estar sometida a la misma exigencia de licencias y autorizaciones que los taxis. Así lo acaba de sentenciar la corte europea en un dictamen que echa por tierra finalmente los argumentos de la compañía estadounidense y da la razón a la asociación Profesional Elite Taxi de Barcelona.

La batalla judicial arrancó en 2014 cuando la asociación que agrupa a los taxistas de la ciudad condal interpuso una demanda ante el juzgado de lo mercantil nº 3 de Barcelona solicitando que se sancionara a Uber Spain por competencia desleal contra sus taxistas. Según esta asociación, Uber no tiene derecho a prestar el servicio UberPop en la capital catalana porque ni la compañía estadounidense, ni los propietarios de los vehículos ni los conductores disponen de licencias y autorizaciones, tal y como establece el reglamento metropolitano del taxi.

Primer aval, en mayo

El pasado 11 de mayo el abogado general de la corte, Maciej Szpunar, ya dio oxígeno a los taxistas de Barcelona al concluir en su dictamen previo que Uber no solo se limita a intermediar entre la oferta y la demanda sino que ella misma “ha creado la oferta, regula sus características y organiza su funcionamiento”. Es más, señaló entonces, “Uber controla los factores económicamente relevantes del servicio de transporte urbano ofrecido en el marco de esta plataforma”.

 Es decir, que impone a los conductores requisitos previos para el acceso a la actividad y su desarrollo, les recompensa económicamente, les indica los lugares y los momentos en los que pueden contar con un número de carreras importante o tarifas ventajosas, lo permite a la compañía adaptar su oferta a la fluctuación de la demanda sin ejercer un control formal sobre los conductores. Todo esto, concluía el abogado general, excluye la posibilidad de que Uber pueda ser considerada simplemente como una intermediaria.