La presión de Hacienda triplica la baja cotización de las tecnológicas
La naturaleza de sus servicios y la arquitectura fiscal les permite rebajar la factura tributaria.
D. Valera | Madrid
El éxito de multinacionales tecnológicas como Facebook, Apple, Amazon, Microsoft o Google, que disfrutan de centenares de millones de usuarios cada día, les permite encabezar la clasificación mundial de capitalización bursátil con más de 500.000 millones de euros en algunos casos. Los beneficios de Apple, por ejemplo, en su ejercicio fiscal de 2017 rozaron los 40.000 millones de euros. Sin embargo, estos gigantes llevan varios años combinando titulares sobre los últimos avances en smartphones, aplicaciones móviles o innovaciones digitales y de comercio electrónico, con las investigaciones de la Comisión Europea o las inspecciones de las agencias tributarias de varios países por la elusión de impuestos. Y es que la propia naturaleza de los servicios que ofrecen y una compleja arquitectura fiscal les permite rebajar en gran medida la factura tributaria. Un problema global que analizan organismos internacionales como el G20 o la OCDE para lograr que estas compañías paguen en los territorios donde generan beneficios y no los trasladen a países con una fiscalidad menor.
La petición
España no es una excepción en el comportamiento de estas tecnológicas y se ha sumado a otras potencias europeas como Alemania, Francia e Italia para pedir a la Comisión que tome medidas. Ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistió en una intervención con pymes que las tecnológicas «pagarán impuestos en España sea donde sea su domicilio». Y lanzó un mensaje claro: «Tributarán por las actividades y beneficios que reciben en España y no en Luxemburgo». En este sentido, la Agencia Tributaria hace tiempo que puso en el foco al entramado de las tecnológicas. Apple, Amazon, Facebook o Google, cuentan con una o varias filiales en el país. En 2016 estas compañías pagaron 26,9 millones de euros por el Impuesto sobre Sociedades en España, según las cuentas del Registro Mercantil. Una cantidad que casi triplica los 9,5 millones que abonaron en 2015. Gran parte de ese incremento se debe la presión del fisco, que les ha obligado a revisar impuestos de años anteriores tras discrepancias con Hacienda.