El encarecimiento de la luz dispara un 5% los gastos corrientes en casa

edurne martínez | madrid

El coste de la vida sigue subiendo. Por eso, a pesar de que los últimos datos ofrecidos este martes por el INE apuntan a un descenso del 0,7% del IPC en el mes de julio, la tasa interanual se queda en el 2,2%, la vigésimo tercera positiva que encadenan los precios. Esto implica que la vida es hoy un 2,2% más cara que hace un año.

Lo que ha provocado el descenso del 0,7% del Índice de Precios de Consumo en julio ha sido el menor encarecimiento de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, lo que hace moderar una décima la tasa interanual como ya adelantó el INE en los datos avanzados a finales del mes pasado. Esta bajada se debe sobre todo al descenso de precios de pescado, marisco y aceites, aunque también tiene que ver la bajada de los precios de los paquetes turísticos respecto a hace un año. Así, el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas desciende siete décimas, hasta el 1,8%, frente a las subidas del año pasado, y también por la disminución de los precios de las frutas, mayor que la de 2017.

El transporte sube 4 puntos

En los datos publicados ayer por Estadística, se comprueba que el encarecimiento de la luz desde enero ha disparado un 5% el coste de los gastos asociados a la vivienda y el transporte. En julio subió un 1,8% y encadena así tres meses de aumentos. Así, aunque el transporte en julio presenta una variación anual del 5,9%, dos décimas por debajo de la del mes de junio debido al descenso de los precios del transporte aéreo de pasajeros y a que los precios de los carburantes y lubricantes bajan más este mes que en julio de 2017. Mientras que en enero la tasa del transporte era del 1,8% y se mantuvo en esa línea hasta mayo, ese mes pegó un repunte hasta el 5,1% que ha ido aumentando desde entonces.

Respecto a la vivienda, ha vivido una gran subida en julio de un punto hasta el 3,7% a causa del aumento de los precios de la electricidad, gas y gasóleo para calefacción, frente a las bajadas de hace un año. El repunte se observa más profundamente desde enero, cuando la tasa era del -2%, es decir, que los precios han aumentado casi seis puntos desde entonces hasta el mes pasado.

Otros índices que componen el IPC de julio fue la reducción de más de un punto en la tasa interanual de ocio y cultura, hasta registrar un descenso del 0,6%, debido principalmente a que el aumento de los precios de los paquetes turísticos es menor este mes que el registrado en julio del año pasado. Por su parte, el índice de hoteles, cafés y restaurantes presentan una variación del 2%, tres décimas más que en junio, debido a la mayor subida de los precios de los servicios de alojamiento, que presionaron al alza el IPC de julio.

Los sueldos, por debajo

Con todos estos datos sobre la mesa, la tasa interanual del 2,2% es la vigésimo tercera positiva que encadena el IPC e implica que los precios son hoy en España un 2,2% superiores a los de hace un año, mientras que de los sueldos no se puede decir lo mismo. Esta situación es la que denuncia la asociación de autónomos ATA, que advierte que de mantenerse el alza en carburantes y electricidad, la actividad de muchos trabajadores por cuenta propia se verá «duramente afectada». El presidente de ATA, Lorenzo Amor, explica que este IPC «tan elevado» hace perder poder adquisitivo a autónomos y pensionistas por el aumento de los costes básicos en los gastos en energía y carburantes.

Desde el sindicato UGT también criticaron este martes que mientras que los precios aumentan y el PIB supera los niveles anteriores a la crisis, los salarios «pierden poder adquisitivo» y el consumo de las familias «continúa por debajo de los niveles alcanzados en 2008». Aseguran que la subida de precios hace «imprescindible» revertir la reforma laboral y recuperar «el incipiente Estado de bienestar».

Y es que tras haber registrado en enero una tasa interanual del 0,6% —la más baja en 16 meses—, el IPC volvió en febrero a superar el 1%, una tendencia que se mantuvo igual en marzo y abril. En mayo ya se superó la barrera del 2%, a la que no se llegaba desde abril de 2017.

Por su parte, la inflación subyacente —que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados— bajó una décima en julio hasta el 0,9%, es decir, 1,3 puntos por debajo del IPC general. Y por comunidades autónomas, aunque en tasa mensual los precios cayeron en julio en todas ellas, interanualmente las 17 presentaron tasas positivas. Las más elevadas, Castilla-La Mancha y Cantabria, y la más baja en Canarias.