Los cajeros sobreviven a los cierres de la banca al crecer un 5% en tres años
Pese a los recortes sufridos en la crisis, en los últimos años han aumentado su presencia.
j. m. cAMARERO | mADRID
Cuando la banca móvil parecía imponerse entre los clientes, convirtiéndose en la gran apuesta de las entidades para agilizar las operaciones sin necesidad de recurrir a las oficinas, los cajeros automáticos han conseguido hacerse un hueco en el pujante mundo financiero digital. Lo han hecho sutilmente, sin hacer prácticamente ruido. Pero lo cierto es que se han convertido en el único superviviente físico de la banca tradicional. A pesar de los recortes sufridos en la crisis, en los últimos años se ha incrementado su presencia en muchos puntos de la geografía.
Hasta el primer trimestre de este año, el sistema financiero contaba con 52.236 terminales disponibles tanto dentro de las oficinas como en las fachadas de las sucursales, así como en cada vez más centros comerciales, estaciones de servicio y grandes superficies donde su uso es mucho más intenso de lo habitual. Esta cifra supone un incremento cercano al 6% en el número de cajeros hábiles con respecto al año pasado, según la estadística actualizada del Banco de España.
El crecimiento no es exclusivo de este último ejercicio, sino que prolonga una tendencia que ya se observaba en el sector bancario desde finales de 2015, precisamente cuando la recuperación económica y financiera atisbaba algo de luz al final del túnel de la crisis. Desde entonces, hay un 4,7% más de terminales para uso de los clientes bancarios. En tres años, se han habilitado 2.372 aparatos.
Algunos detalles
En 2015, había disponibles 49.864 cajeros, la cifra más baja desde el año 2002, después de que la banca optara por clausurar casi un 20% del parque desde los máximos del 2008. Entre ese año y 2014 desaparecieron de las calles 11.850 cajeros automáticos.
La sangría se detuvo en 2015 como una reacción de las propias entidades a la política de cierre de oficinas que vienen llevando a cabo desde hace una década. El número de sucursales que tiene la banca abiertas asciende a 27.228, después de haber sufrido un recorte superior al 40% desde el año 2008. En este tiempo, casi la mitad de oficinas han sido clausuradas como consecuencia de la integración de entidades, pero también por el auge que tiene Internet como sustituto de las operativas y servicios tradicionales físicos de la banca.
En este mundo digitalizado, el auge de los cajeros se explica en buena medida por la escasa o nula presencia de la banca en muchas poblaciones.