El «globo sonda» del impuesto al diésel deja su subida en el aire
J. M. C. | Madrid
De «el diésel tiene los días contados» con el que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, estrenó su actividad pública en ese departamento en junio se ha pasado a la confirmación de que el Gobierno aprobará un impuesto adicional por el uso de ese combustible, tal y como confirmó ayer mismo el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Sin embargo, la medida, con un importante calado entre millones de conductores y en toda una industria que depende de su producción, aún no está tan definida para la titular de Industria, Reyes Maroto, quien, también ayer, calificó esta posibilidad como un «globo sonda». Esto es, un planteamiento para testar cómo respira la sociedad y solo después actuar en un sentido o el contrario.
En su particular aclaración a las declaraciones del presidente, Reyes Maroto apuntó que el Gobierno «ni siquiera lo ha anunciado todavía». «Vamos a esperar», indicó, cuando todo el Ejecutivo, incluido Hacienda, ya cuenta con aplicar la subida al gasóleo para que sus precios en las estaciones de servicio se equiparen a los de las gasolinas. «Trabajamos con el sector de forma muy coordinada, pensando en la industria y en los consumidores», afirmó la ministra del ramo industrial.
Consecuencias
Precisamente en los intereses del sector automovilístico se encuentra una de las claves para entender las consecuencias de una medida como la que se quiere aprobar. Desde la patronal de fabricantes (Anfac), han señalado de forma insistente la «posición muy relevante que tiene España como productos de vehículos diésel y sus motores»
La industria emplea a 40.000 trabajadores y cuenta con 17 grandes fábricas de las que salen al año 1,2 millones de vehículos diésel. Por ello, ha alertado a Reyes Maroto de «las graves consecuencias e implicaciones» que ese impuesto puede tener, si finalmente se aplica. Sin embargo, el Gobierno está decidido a incrementar la imposición fiscal sobre este tipo de combustible porque, a juicio del presidente Pedro Sánchez el gasóleo es «altamente contaminante».