Hacienda estudia gravar con un 3% los servicios de Uber, Airbnb o Amazon
La ministra Montero confirma la bajada del 10 al 4% de los productos de higiene femenina .
ep | madrid
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó ayer que el Gobierno aprobará en noviembre o «incluso antes» el impuesto a transacciones financieras, junto a una Ley de prevención y lucha contra el fraude fiscal y un tratamiento fiscal «adecuado» para la economía colaborativa, con un gravamen del 3%, fundamentalmente a plataformas de sectores de alojamiento o transporte, entre las que se encuentran empresas como Airbn, Uber o Cabify.
«Hay plataformas dedicadas a este servicio que generan miles de millones y no tributan de manera adecuada, porque la fiscalidad actual no reconoce este tipo de actividad y entran en competencia desleal con sectores tradicionales», afirmó Montero durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Senado.
Montero detalló que el nuevo impuesto a las grandes tecnológicas, conocido como tasa Google, conllevará un gravamen del 3% en determinado tipo de actividad, en línea con la propuesta de transposición de la directiva europea en elaboración, y se dirigirá a gravar la venta de datos de los ciudadanos, la publicidad que se incorpora en este tipo de plataformas y las transacciones entre el comercio y los particulares.
El nuevo tributo se destinará a compañías con una facturación mundial superior a los 750 millones de euros a nivel mundial o 3 millones en España, por lo que afectará a plataformas de negocio de compra, hostelería o a «algunos» transportes. Entre estas compañías se encontrarían grandes tecnológicas como Amazon, Airbnb, Uber o Cabify.
Respecto al contenido de los Presupuestos, confirmó que se reducirá el IVA de los productos de higiene personal femenina del 10% actual al tipo superreducido del 4%, ya que la fiscalidad actual es «discriminatoria». Además, confirmó que se está «trabajando» también en lo relativo al IVA veterinario, que actualmente se sitúa en el 21%.
Además, volvió a defender que «paguen más lo que más tienen y que reciban más lo que más lo necesitan en términos de salud, educación o de ayudas al alquiler», por lo que abogó por una «redefinición de la fiscalidad».