INDICADORES
La OCDE advierte de que el crecimiento de España pierde impulso
La Organización detecta signos de inflexión en la economía europea
El ritmo de crecimiento de la economía española ofrece síntomas de fatiga, según ha advertido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en línea con las perspectivas de desaceleración detectadas para el resto de las principales economías de la zona euro, así como para el conjunto de países del 'Club de países desarrollados'.
"El indicador para España apunta a una desaceleración del impulso de crecimiento", confirmó a Europa Press un portavoz de la OCDE en referencia a la última lectura del índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que en el caso de España bajó a 98,94 puntos en agosto desde los 99,25 del mes anterior.
De este modo, este indicador diseñado para anticipar los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica en el periodo de seis a nueve meses acumula ocho caídas mensuales consecutivas en el caso de España, situándose en su nivel más bajo desde agosto de 2013.
En línea con los síntomas de debilitamiento del crecimiento de España, el dato correspondiente al conjunto de la eurozona, que se deterioró a 99,6 puntos desde los 99,8 del mes anterior, anticipa la desaceleración del crecimiento económico de la región, mientras que en la OCDE bajó a 99,6 puntos desde los 99,7 de julio, lo que sugiere una pérdida de impulso económico.
De hecho, dentro de las principales economías de la OCDE únicamente EEUU y Japón escapan al debilitamiento generalizado de la tendencia, ya que sus respectivos indicadores líderes reflejan "un impulso de crecimiento estable", mientras que en el caso de Alemania el indicador adelantado apunta a "la estabilización" del crecimiento.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) vuelve a percibir un mes más signos de una inflexión del ritmo de crecimiento en las grandes economías de la Unión Europea (UE).
De acuerdo con sus indicadores compuestos avanzados publicados hoy, que muestran por adelantado cambios de evolución del ciclo económico, en la zona euro como conjunto se anticipa una ralentización de la expansión.
El indicador de la eurozona bajó 17 centésimas en agosto hasta 99,63 puntos, con lo que fue el tercer mes consecutivo en que se quedó por debajo del nivel 100 que marca la media de largo plazo.
Entre los grandes países de la zona euro, una vez más la caída más pronunciada fue la de España (31 centésimas a 98,94 puntos), sólo superada a la baja por las de Irlanda (42 centésimas a 98,24 puntos) y Eslovenia (44 centésimas a 98,31 puntos).
El descenso fue de 18 centésimas en Francia (a 99,41 puntos) y de 17 en Italia (a 99,81 puntos). Alemania quedó disociada de esa tendencia (su baja se limitó a 8 centésimas, a 99,92 puntos), lo que la OCDE interpreta como signo de "una estabilización del crecimiento".
Aunque fuera de la zona euro, el Reino Unido como otros grandes países de la Unión Europea, volvió a marcar una inflexión de su crecimiento (descenso de 12 centésimas a 99,05 puntos).
Frente a eso, las estadísticas de Estados Unidos (subida de 1 centésima a 99,95 puntos) y Japón (disminución de 6 centésimas a 99,68 puntos) continuaron apuntando a un crecimiento estable.