Dia disparó sus ‘números rojos’ a 150 millones en el primer trimestre del año
j. a. bravo | madrid
El agua de los malos resultados que llegaba al cuello de Dia amenaza ahora con ahogar directamente a la tercera mayor cadena de supermercados del país, que parece más cercana a acabar pidiendo el concurso voluntario de acreedores antes del verano que a salvar, al menos a corto plazo, la posibilidad de quiebra técnica. Esta es ahora su prioridad, pues tiene apenas un mes para dar la vuelta a un patrimonio negativo que casi se ha duplicado de enero a marzo hasta un «rango estimado» de 170 a 180 millones de euros.
Este primer trimestre del año ha resultado muy negativo para las cuentas del grupo, según avanzó ayer el consejo de administración en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En él reconoce que su negocio podría haberse desplomado hasta un 9,9%, al pasar de unas ventas netas de 1.792,9 millones de euros en el mismo período de 2018 a ‘solo’ 1.615 millones ahora. No obstante, los gestores prefieren utilizar un cálculo más benévolo.
Así, recurriendo a las ventas comparables, rebajan esa caída a un 4,3% al dejar su saldo en 1.715 millones. Con ello el empeoramiento sería solo de un punto respecto al último trimestre del año pasado (-3,4%), aunque se observa que el horizonte se ha ennegrecido con el paso de los meses: en enero su facturación bajó un 1,6%, en febrero un 3,2% y en marzo el descenso llegó al 7,9%.
La dirección de la compañía «confirma» esa «tendencia negativa» y el «deterioro progresivo», que achaca «principalmente» a la «incertidumbre» sobre su situación financiera que ha hecho mella en los proveedores. Y es que -reconoce- la propia situación de la empresa, junto a «los comentarios de las agencias de calificación y el impacto mediático en general», hicieron que la «percepción negativa del mercado» se viera «amplificada» por las «drásticas decisiones de reducir riesgos» tomadas por las aseguradoras comerciales de sus operaciones. Esto «conllevó un endurecimiento de las condiciones» de sus suministradores, que a su vez «dio lugar a un aumento sustancial de los niveles de rotura de ‘stocks’» de los almacenes y tiendas, esto es, menos producto disponible en ellos y problemas de abastecimiento que redujeron las ventas.
El resultado operativo de Dia también cayó de forma notable (-115 millones de euros en el peor de los casos, casi 19 veces más que hace un año), mientras que las pérdidas netas se multiplicaron prácticamente por nueve, al quedar en una horquilla de entre 140 y 150 millones frente a los 16,3 millones en números rojos de enero a marzo de 2018.