El G20 prevé una leve mejoría
Los ministros de Finanzas advierten de que «los riesgos siguen inclinados al descenso».
l. p. | Madrid
A pesar de la guerra comercial, en el segundo semestre del año y en 2020 habrá una estabilización del crecimiento mundial y una «moderada recuperación». Ésta es una de las principales conclusiones a las que llegaron los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 durante la reunión de dos días que mantuvieron en la ciudad japonesa de Fukuoka, según el comunicado final suscrito ayer domingo por los participantes, en el que se declararon dispuestos a tomar acciones conjuntas para fortalecer la cooperación internacional.
«Sin embargo, el crecimiento se mantiene bajo y los riesgos siguen inclinados hacia el descenso», advirtieron a su vez en el comunicado conjunto. La «amenaza principal» son las tensiones comerciales y geopolíticas, que se han intensificado en estos últimos tiempos y que están ralentizando la economía global. Se refiere a la guerra comercial que el presidente de EE UU, Donald Trump, inició el año pasado contra China, un tema que no se menciona directamente en el texto, aunque sí sus efectos. Tampoco se habla de las medidas que se pueden adoptar a este respecto, aunque el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, desveló que, ante la «gran preocupación» mostrada, «todos los países hemos hecho un llamamiento a rebajar las tensiones entre ambos y hemos urgido a hacer todo lo posible por evitar una guerra comercial que tendría un impacto negativo duradero y profundo sobre el crecimiento».
Por su parte, su homóloga española, Nadia Calviño, hizo hincapié en que España ha capeado mejor que otros países la ralentización del crecimiento mundial gracias al dinamismo de su demanda interna, mientras que la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, lamentó una declaración sobre comercio «poco ambiciosa» que «no recoge soluciones concretas a las tensiones comerciales y a la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
Además, los ministros del G20 expresaron su voluntad de seguir trabajando para lograr un sistema fiscal internacional, justo, sostenible y moderno, y promover políticas fiscales favorables al crecimiento. A su vez, valoraron de forma positiva los progresos en el marco de la OCDE en el tratamiento de los retos fiscales que surgen de la digitalización y acordaron avanzar también en la hoja de ruta sobre erosión de bases imponibles y traslado de beneficios (BEPS), para garantizar una tributación mínima internacional. De esta forma, se comprometieron a redoblar esfuerzos para lograr una solución de consenso en ambos terrenos, con un informe final para 2020.