El BBVA ve «limitado» el impacto del salario mínimo sobre el empleo
El servicio de estudios de la entidad calcula un avance del 2,3% del PIB en 2019 y del 1,9% en 2020.
edurne martínez | madrid
La desaceleración de la eurozona continúa, las tensiones comerciales entre EE UU y China siguen vigentes y la política española es aún inestable. Aún así, BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad, calcula que la economía española crecerá un poco más de lo que habían previsto en su revisión de hace tres meses, hasta el 2,3% del PIB, una décima más. Para 2020, mantienen su proyección de avance al 1,9% del PIB.
Así lo explicó ayer miércoles Rafael Doménech, responsable de Análisis económico de BBVA Research, en una rueda de prensa en Madrid en la que aseguró que aunque la economía y el mercado de trabajo se está comportando «mejor de lo esperado» en el primer semestre del año, la creación de puestos de trabajo está «perdiendo tracción» en 2019. La tasa de paro se reducirá en 1,5 puntos este año hasta el 13,7%. Pero frente a lo calculado anteriormente, aseguran que las repercusiones sobre el empleo del incremento del SMI están siendo «muy limitadas», como ya adelantó también la Autoridad Fiscal (AIReF) en uno de sus últimos informes. Doménech explicó que en los menores de 30 años o empleados en sectores o regiones con mayor cobertura del salario mínimo hay una mayor desaceleración en la creación de empleo -que calculan sobre unos 20.000 puestos menos creados en un año-, pero que en el resto de colectivos el impacto está siendo «prácticamente nulo» debido a que «las empresas están asumiendo estos costes».
A largo plazo, el efecto dependerá de la adopción de políticas que contribuyan a aumentar la productividad de los trabajadores más condicionados a esta medida. Si la productividad no crece, la subida del SMI podría situar la ocupación entre 0,9 y 1,6 puntos porcentuales por debajo de los niveles previstos, dice el informe.
Exportaciones al alza
Una sorpresa positiva a destacar en este primer semestre ha sido que la demanda externa fue mejor de lo previsto, a pesar de la contribución negativa que tuvo sobre la economía durante todo 2018. Aunque el dinamismo sigue siendo bajo, las exportaciones crecieron un 1,4% en el segundo trimestre respecto al anterior.
Por el contrario, el consumo privado no respondió como se esperaba por un menor gasto de los hogares. La entidad asegura que la renta bruta disponible ha aumentado «algo menos de lo previsto» considerando el alza del salario mínimo (SMI), en las pensiones o en el sueldo de los funcionarios. Además, el informe también señala que el aumento de la incertidumbre por la política económica «podría haber afectado a la confianza de los hogares».
En su última revisión económica, el organismo calculaba que la incertidumbre política podría restar hasta 5.000 millones al PIB, pero ahora quisieron ser más cautos asegurando que la política monetaria del BCE está «más que contrarrestando» estos efectos por las mejores condiciones de financiación del sector público en España, señaló Doménech. Eso sí, como la incertidumbre continúa en «niveles altos», es una «fuente principal de inestabilidad», lo que suponen «dos o tres décimas menos de crecimiento» del PIB al año, asumen desde la entidad. De hecho, en los dos primeros trimestres el gasto de los hogares no se ha acelerado, como preveían, por lo que recalcan la caída en la confianza de los hogares.