Un grave castigo en bolsa al BBVA movería al BCE a intervenir la entidad española

S. A.

«Inviable o con probabilidad de serlo» («failing or likely to fail», en su expresión inglesa). Esa ha sido la justificación que ha utilizado hasta la fecha el Banco Central Europeo (BCE) para tomar el control directo de una entidad con problemas. Por ejemplo, el caso del Banco Popular ha sido uno de los más sonados en los que organismo regulador ha activado el mecanismo de intervención radical.

Este se activa cuando se detectan cuatro situaciones posibles de máximo riesgo: que la entidad deje de cumplir los requisitos necesarios de solvencia y liquidez, que tenga más pasivos que activos, que no pueda hacer frente al pago de sus deudas a su vencimiento, o que necesite ayuda financiera extraordinaria.

En esa situación podría encontrarse el banco BBVA en caso de que se complicara su situación judicial en el ‘caso Villarejo’ y los mercados castigaran sus acciones en bolsa.

Aun así, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, aseguraba recientemente que será necesario «esperar a las decisiones de la justicia». porque esa será la señal para actuar, aunque advertencias ya ha habido. Desde hace meses, el propio De Guindos viene urgiendo a BBVA a tomar medidas contundentes para evitar que se menoscabe su reputación, como imprimir «rapidez» a la investigación interna y que «el análisis sea lo más profundo posible». Que el asunto, en definitiva, no se cierre en falso.