Los aeropuertos de Aena sufrirán los efectos de la huelga desde octubre
j . a. bravo | madrid
Los aeropuertos nacionales de la red de Aena vuelven a estar amenazados por una huelga de los trabajadores de asistencia en tierra (‘handling’) de Iberia, que a priori no cancelaría vuelos pero sí puede provocar retrasos importantes dado que son quienes se encargan, por ejemplo, de toda la labor de intendencia relativa al equipaje y de ayudar a poner a punto los aviones en cada escala, entre otras tareas.
Los paros de 24 horas, que han sido convocados por UGT para todos los lunes entre el 30 de septiembre y el 18 de noviembre, reeditarán los que ya se vivieron en agosto en Barcelona-El Prat y, con menor frecuencia, en los aeródromos de Madrid-Barajas, Málaga y Bilbao.
Esta vez la protesta alcanzará a todos los aeropuertos, al afirmar el sindicato que la actitud de Iberia de dar por roto hace una semana el diálogo sobre el nuevo convenio colectivo «no ha dejado otro camino». La aerolínea, por su parte, alega que «no puede continuar negociando bajo el principio de buena fe, sometida al chantaje permanente de huelgas que lesionan sus intereses». Insta por ello a ponerlas fin para «poder seguir conversando» sobre una subida salarial que mejora el convenio del sector.
Pero UGT, que habla de «precariedad laboral» en unos servicios que Iberia presta también a un buen número de compañías aéreas como adjudicataria de Aena, reclama «mejores condiciones» tras recuperar la empresa la senda de los beneficios. De otro lado, prosiguen los paros de los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair en protesta por los cierres de sus bases de Canarias y Girona desde el 8 de enero, que podrían provocar el despido de hasta 512 empleados.